Francia quiere evitar una “guerra civil” en Egipto y Turquía pidió una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, un día después de la sangrienta represión de las manifestaciones islamistas.
El violento desalojo de manifestantes que pedían en El Cairo el retorno del depuesto presidente Mohamed Mursi, apoyado por los Hermanos Musulmanes, y los enfrentamientos en todo el país dejaron el miércoles al menos 525 muertos, entre ellos 482 civiles, según el último balance divulgado el jueves por el Ministerio de Salud.
El presidente francés, François Hollande, “afirmó que se debe hacer todo lo posible para evitar la guerra civil” en Egipto, indicó en un comunicado del Elíseo (sede de la presidencia francesa), donde fue convocado el embajador de Egipto en París este jueves por la mañana.
“Francia está comprometida en encontrar una solución política y desea que se organicen elecciones lo antes posible, conforme a los compromisos asumidos por las autoridades egipcias de transición”, según el comunicado.
También Turquía -país ubicado entre Europa y Medio Oriente- reaccionó a los sangrientos disturbios en Egipto, el país árabe más poblado con 82 millones de personas.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció una “matanza muy grave” y pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna para analizar la situación en ese país.
“El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe reunirse rápidamente para debatir la situación en Egipto”, dijo Erdogan, que criticó la “hipocresía” de la comunidad internacional.
Erdogan, jefe del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), de inspiración islamista, criticó desde el principio la destitución de Mohamed Mursi y la calificó de “golpe de estado”, a diferencia de la prudencia de las naciones occidentales.
El gobierno de Berlín también convocó al embajador de Egipto en Alemania, al igual que las autoridades británicas e italianas.
Por su parte, el papa Francisco aseguró que reza por las víctimas de la violencia en Egipto y “por la paz, el diálogo y la reconciliación” en este país.
“Llegan lamentablemente noticias dolorosas de Egipto. Deseo asegurar mi oración por todas las víctimas y sus familiares. Por los heridos y por cuantos sufren”, dijo Francisco.
“Oremos juntos por la paz, el diálogo, la reconciliación en esa querida tierra y en el mundo entero”, agregó el papa.
China también expresó su “gran preocupación” por la situación en el país norteafricano y Rusia recomendó a sus ciudadanos que se abstengan de viajar a Egipto debido a los “disturbios” que afectan a zonas turísticas.
Unos 50.000 turistas rusos se encuentran actualmente en Egipto, según la agencia rusa para el turismo.
El miércoles, tras los enfrentamientos, Egipto cerró indefinidamente el paso fronterizo con Gaza, en Rafah, en la península del Sinaí, que todos los días cruzan cientos de trabajadores palestinos, indicó un responsable de seguridad. Israel no había reaccionado oficialmente por el momento a los acontecimientos.
El miércoles el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, deploró los acontecimientos “lamentables” en Egipto.
La represión del miércoles es un “grave golpe a la reconciliación y a las esperanzas del pueblo egipcio de una transición democrática”, dijo Kerry, que no habló de la ayuda militar anual de 1.300 millones de dólares que Estados Unidos otorga al ejército egipcio.
Hasta ahora, Washington ha evitado usar el término “golpe de Estado” para no verse obligado a cortar la ayuda militar al país.