Tras décadas de elucubraciones, teorías conspiracionistas e historias de encuentros extraterrestres, el gobierno de Estados Unidos acabó por reconocer oficialmente la existencia del Área 51, uno de los lugares más secretos del mundo.
Localizada en el desierto de Nevada, a 130 kilómetros al noroeste de la ciudad de Las Vegas, esta extensión de terreno anexa a una base de la Fuerza Aérea ha sido motivo de fascinación desde 1947, cuando tras el supuesto choque de una nave extraterrestre contra la Tierra -conocido como el incidente Roswell- se difundieron numerosos informes extraoficiales de que los restos e incluso los cuerpos de los alienígenas habían sido llevados a ese lugar.
Hasta la fecha, el gobierno estadounidense había sido en extremo cauto respecto de esta zona, considerándola un área ultra secreta sobre la cual evitaba referirse, sin embargo nuevos documentos desclasificados de la CIA no sólo se refieren por primera vez al Área 51, sino que también arrojan luces respecto de su verdadera finalidad.
La zona aparece delimitada en un mapa que fue liberado junto a otros documentos luego de la solicitud de Jeffrey T. Richelson hecha en 2005, quien invocó el Acta de Libertad de la Información para requerirlos.
Según explicó Richelson a CNN, los documentos le fueron entregados como parte de su estudio de los programas de vigilancia aérea del gobierno estadounidense, agregando su extrañeza respecto de que estos estén mucho menos elaborados que otros difundidos anteriormente por la agencia.
De hecho, la explicación respecto de la finalidad del Área 51 puede resultar desilusionante, ya que la CIA asegura que sólo se trató de un sitio de pruebas para los programas de vigilancia del U-2 y OXCART, desarrollados a partir de 1955 y 1961, respectivamente. En los documentos no se hace mención alguna sobre extraterrestres ni objetos voladores de procedencia desconocida.
Para Richelson, la liberación de este mapa podría significar un cambio dentro de las políticas de información del gobierno de los Estados Unidos, y quizá sea un indicio de que más información respecto de esta enigmática zona podría surgir en el futuro.