Un grupo de intelectuales cubanos afirmó este miércoles que persisten los “problemas raciales” en la isla, pero rechazó las críticas de los disidentes sobre este problema, alegando que ellos responden a los intereses de Estados Unidos.
“Consideramos que los problemas raciales no están totalmente resueltos en Cuba”, señaló la “Comisión Aponte”, grupo que estudia la herencia cultural africana y que forma parte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), una organización oficialista.
“Prejuicios por el color de la piel desde la subjetividad de las personas y exclusiones voluntarias o no, son, sin lugar a dudas, actos de discriminación racial”, agregó el grupo en una declaración publicada en el portal de la Uneac.
La Comisión, que preside el escritor Heriberto Feraudy, dijo que “la herencia de la desigualdad económica, del posicionamiento social y de subvaloración cultural que ha distinguido a los sectores raciales en el país, no ha podido ser eliminada en el tiempo extremadamente corto del poder revolucionario” (desde 1959).
“No basta con leyes de beneficio popular, se trata además, de transformar estructuras sociales y desarraigar prejuicios enquistados”, añadió el grupo, que tomó distancia de las críticas de disidentes, que afirman que la discriminación racial es otra forma de dominación en la isla comunista.
Los disidentes –acusados por La Habana de ser “mercenarios” de Estados Unidos– alegan que la presencia de negros en la cúpula dirigente es minoritaria y meramente simbólica, pues carecen de poder real.
“No coincidimos con algunos cubanos que buscan en el rejuego político (el uso de una causa ajena con fines políticos) la supuesta solución a este delicado tema”, señaló la Comisión, que toma el nombre de José Antonio Aponte, que encabezó una rebelión de esclavos en 1812 durante la colonia española.
“Los problemas del país tienen que ser solucionados por los propios cubanos y no servirle la Isla al capital internacional y en especial a los Estados Unidos, mucho más cuando la historia norteamericana está sesgada por actos racistas”, añadió.
Según el censo, el 65% de la población cubana es blanca y el 35% negra o mestiza, pero el 57% de los presos son negros o mulatos y el 42% blancos.
Un estudio advirtió en 2011 que negros y mulatos serían los más perjudicados por las reformas económicas en curso, que contemplan la eliminación de un millón de empleos estatales.