Una rama de Al Qaeda, el “Estado islámico en Irak y el Levante” (EIIL) reivindicó este domingo en un comunicado la ola de atentados que mató a por lo menos 74 personas este fin de semana durante la fiesta del fin del ramadán.
“El Estado islámico se ha movilizado (…) en Bagdad, en la provincias del sur y otras para enviar un mensaje de disuasión en el tercer día del Aid el Fitr”, en respuesta a las fuerzas de seguridad iraquíes, afirmó el grupo en un comunicado publicado en sitios yihadistas. Los chiitas “no tendrán seguridad ni de día, ni de noche, ni el día del Aid, ni ningún otro”, agregó el EIIL.
En otro comunicado, el jefe de la rama de Al Qaeda en la península arábiga (Aqpa), Nasser Al Whaychi, prometió por su parte liberar a los prisioneros miembros de la red extremista “cautivos en las cárceles de los tiranos”.
Al menos 74 personas murieron –47 en Bagdad– y más de 320 resultaron heridas en la oleada de atentados del fin de semana en Irak. Los iraquíes manifestaron su indignación este domingo y denunciaron la incapacidad de las autoridades para contener la violencia.
Unos 16 coches bomba estallaron en varios barrios de la capital, tanto sunitas como chiitas, en tanto que uno explotó en Tuz Khurmatu, a 175 km al norte de Bagdad, y otro en Nasiriya, a 300 km al sur de la capital.
Estados Unidos calificó a los autores de los ataques como “enemigos del Islam”. El Departamento de Estado que los carros bomba que estallaron en varios cafés y mercados en Bagdad, así como otras explosiones y tiroteos, fueron ataques “cobardes (…) dirigidos contra familias que celebraban el Eid al Fitr”, fiesta que marca el fin del ramadán.