Una pena de más de cinco años de cárcel enfrenta Pablo Toledo Sepúlveda, acusado de lanzar una bomba molotov a una patrulla de Carabineros. Al iniciarse el juicio en su contra, el joven se defendió, denunciando que fueron los policías quienes pusieron los artefactos incendiarios en su mochila.
El antecedente es similar al utilizado por la Defensoría en favor de un dirigente universitario, quien fue finalmente absuelto por la justicia en diciembre del año pasado. La denuncia la hizo esta vez Pablo Toledo Sepúlveda, cuyo juicio comenzó este miércoles con su testimonio ante el Tribunal Oral de Concepción.
Su abogado Luis Arteaga explicó lo que es su defensa y las pruebas para pedir la absolución de su cliente.
Interrogado por la fiscal Carmen Luz Flores, el acusado reconoció que nunca señaló lo supuestamente ocurrido a bordo del bus policial a donde fue trasladado luego de su detención y donde personal de Fuerzas Especiales lo habría cargado.
La pregunta de por qué Toledo nunca hizo la denuncia, fue respondida por su abogado, quien indicó que están esperando los resultados de esta causa para poder entablar las acciones legales que correspondan.
La versión entregada por el carabinero de Fuerzas Especiales que detuvo al joven fue totalmente diferente a la de Toledo. Además de relatar que vio al joven encapuchado lanzando la bomba incendiaria al vehículo policial, el cabo primero Claudio Bravo explicó cómo descubrió otras dos bombas en poder del acusado.
La fiscal Flores expresó confianza en las pruebas contra Toledo, señalando que este caso es diferente al de Recaredo Gálvez.
El Ministerio Público pide para el estudiante 800 días de cárcel por atentado contra la autoridad y 4 años de prisión por el delito de porte de artefacto incendiario. El juicio podría concluir este jueves o viernes.