A los múltiples beneficios ya conocidos de la lactancia materna, se suma uno nuevo. Según un estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics, los lactantes que se alimentan del pecho de la madre durante un tiempo prolongado tienen un mejor desarrollo cognitivo.
La principal autora de la investigación, Mandy Belfort, estudió los efectos asociados a la duración y exclusividad de la lactancia materna en 1.312 mujeres atendidas en el Hospital Infantil de Boston (EE.UU) y su relación en el crecimiento intelectual de sus hijos hasta los 7 años.
El equipo de Belfort detectó que los niños tomaron pecho por al menos seis meses -tiempo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)- tenían un nivel más alto de inteligencia verbal lingüística y un mayor coeficiente intelectual en comparación a los que no se alimentaron de leche de su madre.
“La lactancia materna durante el primer año de vida podría incrementar la inteligencia del niño hasta cuatro puntos”, aseguró el autor de la editorial del estudio, Dimitri Christakis, del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Seattle (EEUU) en declaraciones recogidas por el diario El Mundo.
Por otro lado, hay estudios que indican que el nivel de estudios de la madre se relaciona con el inicio y la mantenimiento de la lactancia. Así lo afirmó Maite Hernández, pediatra y coordinadora de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) en una investigación publicada en la revista española ‘Anales de Pediatría’.
De acuerdo a este sondeo son las mujeres universitarias las que más alimentan con pecho a sus hijos.
La leche materna tiene la ventaja de reducir la posibilidad de padecer diarrea, otitis, infecciones urinarias y neumonías, además de prevenir el desarrollo de alergias o diabetes.