Es normal que las parejas discutan, pues no se puede estar de acuerdo en todo. Sin embargo, hay ciertas frases que es mejor evitar por muy enojado que se esté.
Así lo afirmaron una serie de expertos a Redbook Magazine, quienes proponen pensarlo dos veces antes de pronunciar una de estas frases que pueden causar un daño importante en la relación.
1. “Terminemos”
En medio de una acalorada discusión, no es raro que se te vengan a la mente frases como “terminemos”, “no quiero verte nunca más”, “me voy para siempre” o “quiero el divorcio” si estás casado/a, cuando en realidad no lo deseas.
Tras pronunciar esto puede no ser tan fácil revertir la situación, aunque te disculpes mil veces. Según explica la terapeuta familiar y matrimonial con sede en Palm Beach (Florida, EEUU), Judi Cineas, quien indica que además esto siembra la inseguridad en la relación.
También indica que puede ser el momento para que hacer un examen de conciencia. “Si realmente lo soltaste en un ataque de rabia, podría ser útil para tratar tu enojo con un terapeuta, pero si lo dijiste porque está en tu mente, eso es indicativo de problemas mucho más profundos”, manifiesta la experta.
2. “No estoy enojado”
Tratar de ignorar nuestras emociones es una reacción muy común al conflicto, dice Lisa Bahar, terapeuta matrimonial y familiar en Newport Beach (California, EEUU).
La especialista explica que a veces es difícil saber por qué estás tan molesto, o puedes sentirte tonto al decirlo, especialmente cuando has ignorado el problema por mucho tiempo. Si sientes que no puedes hablar cuando estás tan enojado, sólo toma un descanso y habla cuando estés más tranquilo. Incluso puedes sólo hacerle saber lo confundido que te sientes respecto a determinada situación.
3. “Eres igual que tu padre o madre”
Cuando dices esta frase para enfatizar algún defecto o problema, estás dando un golpe bajo. Al comparar a una persona con su padre o madre en un contexto de pelea, implícitamente estás expresando que ya no ves al otro como un individuo, sino como la proyección de otro.
Además, lo pones inmediatamente a la defensiva, ya que estás jugando con sus lazos emocionales y quizás recordando alguna característica de su familia que estaba evitando replicar.
4. “Eres un idiota/cobarde/improperio a elección”
Amy Johnson, doctora en psicología de Detroit dice que “los insultos son una señal definitiva de que tus emociones están coloreando la situación hasta el punto donde no se generará nada constructivo. Pelear mientras te encuentras en ese estado es como pelear mientras estás borracho, o somnoliento”. En su lugar, es mejor darse tiempo para calmarse antes de socavar la autoestima de tu pareja.
5. “Mira, ahora la guagua está enojada, también”
Si el bebé llora mientras tú discutes, detén la pelea, calma al bebé y habla cuando todo esté más tranquilo. Si tus hijos son mayores, no sacas nada con negar una discusión evidente. En su lugar, diles que están enojados pero que aún se aman.
6. “Hiciste lo mismo que la última vez”
Pequeños desacuerdos se convierten en grandes discusiones cuando se sacan a colación situaciones del pasado, dice Cineas. “Cuando has perdonado a alguien por algo, eso significa que no se puede usar como munición en un desacuerdo en curso”, señala.
Si te das cuenta que estás girando en torno a los mismos argumentos, podría ser una señal de que debes hacer algo diferente. Si tu pareja siempre olvida hacer algo que le pides no es porque quiera pelear, sino porque no ha notado el problema que causa, por lo tanto, lo que necesitas es hacerle ver esa situación en lugar de reclamarle.
7. “Todo esto es tu culpa”
Si sientes que algo salió mal por seguir su consejo, no descargues tu ira en tu pareja. Lo mejor es analizar donde estuvo el problema para que no se vuelva a repetir. Y si sientes que todo ocurrió porque no escuchó tu punto de vista haz que lo sepa, pero aceptando tu responsabilidad también.