Un comando armado asesinó este sábado a tres miembros de una organización mexicana de transportistas en el turístico puerto de Acapulco, ubicado en el convulso estado de Guerrero, y en el ataque resultaron heridas otras dos personas, informó una fuente oficial.
“Se reportaron detonaciones de arma de fuego (…) y al llegar al lugar, los elementos (policíacos) hallaron tres personas muertas, una del sexo femenino, con disparos de armas calibre 45 y 9 milímetros”, dijo a la AFP un comandante de la corporación.
El ataque ocurrió en la periferia de Acapulco, cuando los miembros de la ruta de transporte colectivo Unidad Ciudadana salían de una reunión de trabajo, pero no hubo detenidos. Según la autoridad policial, dos personas más resultaron heridas de bala.
Esa zona es una de las más delictivas del balneario, pese a los operativos de seguridad desplegados en esa área por parte de la Policía Federal y el ejército mexicano para calmar el fuego entre miembros del crimen organizado y grupos civiles de “autodefensa”.
El jueves, los habitantes de Xaltianguis, en la zona rural de Acapulco, bloquearon una importante autopista para exigir el retiro del despliegue militar y la vigilancia de la zona por parte de civiles armados, que dicen haber surgido para protegerse de extorsiones de bandas de criminales ante la inacción de las autoridades.
Las amenazas de los criminales ocasionaron este mes el desplazamiento forzado de cerca de 1.000 personas en otros tres pueblos de Guerrero, uno de los estados más pobres y violentos de México, donde el crimen organizado ha logrado infiltrar instituciones gubernamentales de todos los niveles.
Productor de marihuana y ruta de trasiego de droga hacia otras regiones del país, Guerrero también ha sido recientemente escenario de emboscadas contra policías federales.