Un estudio sobre la accidentabilidad del buceo en nuestro país, realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, reveló que el Ministerio del Trabajo y Previsión Social carece de la información necesaria para implementar políticas laborales efectivas para prevenir los accidentes bajo el mar.
Los resultados del estudio -que fue encargado por la Superintendencia de Seguridad Social- estableció que el 98% de los buceadores son hombres y que, si bien la mayoría de ellos obtiene matrícula en la región de Los Lagos a una edad promedio de 30 años, es a partir de los 37 o 38 años de edad cuando comienzan a proliferar sus accidentes bajo el mar.
La mayor parte del grupo mantiene contratos fijos o indefinidos de manera dependiente, no existiendo registros sobre qué ocurre en el sector artesanal, situación para María José Zaldivar, superintendenta de Seguridad Social, deberá revertirse para saber por qué ocurren accidentes en la población independiente y cuáles son sus principales causas.
Respecto a las principales causas que provocan los accidentes, María José Zaldivar indicó que el estudio establece que el 42% de ellos se producen por traumas o golpes; un 14%, por daños físicos en tejidos por diferencias de presión o barotraumas; y un 4%, por descompresión.
Sin embargo, se carece de información para establecer a qué profundidades ocurren los accidentes, lo que no permite el desarrollo de mejores políticas preventivas para la actividad.
También existen bajos registros de enfermedades profesionales que afectan a los buzos, muchos de las cuales se registran como accidentes fortuitos, por lo que el gran desafío está en mejorar la captura de la información a opinión de la superintendenta, para lo cual se deberá trabajar de una mejor manera con los propios buceadores.