Los padres de los niños que murieron por una intoxicación alimentaria después de comer un almuerzo gratuito en una escuela del este de India saquearon varios inmuebles de un pueblo reclamando justicia y protestando contra el lento avance de la investigación sobre esta tragedia que dejó 23 víctimas, indicaron el viernes las autoridades.
Las víctimas, de entre 4 y 12 años, comieron un plato de arroz y lentejas preparado en su escuela en Bihar, uno de los Estados más pobres de India.
Los primeros elementos de la investigación revelaron la probable presencia de fosfato, una sustancia contenida en insecticidas, según un responsable del gobierno local, Amarjeet Sinha.
Abrumados por la ira y el dolor, los padres saquearon la casa de la directora de la escuela, que se dio a la fuga desde que se registraron los primeros fallecimientos, rompiendo las ventanas y tratando de prender fuego a la casa.
También intentaron entrar en las oficinas del gobierno local en el pueblo de Gandaman, donde murieron los niños, constató un periodista de la AFP. En estas oficinas están almacenados los alimentos que son distribuidos entre los habitantes pobres.
“¿Por qué la policía no fue capaz de detener a la directora que obligó a nuestros niños a comer alimentos envenenados? Deberían matarla”, dijo Surendra Rai, el padre de una niña de ocho años que, según él, falleció unos minutos después de haber comido en la escuela.
Unos 30 alumnos permanecían el viernes en varios hospitales del Estado de Bihar.
Los investigadores registraron el jueves el domicilio de la directora de la escuela. “Encontramos en su casa fertilizantes y pesticidas colocados cerca de bolsas de patatas y de arroz”, declaró a la AFP un oficial de policía, Sujit Kumar.
En varios de los 29 Estados de India, las autoridades ofrecen almuerzos gratuitos a los niños en las escuelas públicas para paliar la pobreza generalizada.