El canciller de Venezuela, Elías Jaua, acusó este jueves al líder opositor Henrique Capriles de conspirar junto con los “fascistas de Chile” en la visita que realiza a Santiago y en la que podría reunirse con el presidente Sebastián Piñera.
“Ahí está en Chile, conspirando contra la patria (…). Ahí están los fascistas de Chile y los fascistas venezolanos”, dijo Jaua en un acto público en Petare, una zona popular del estado de Miranda, en el área metropolitana de Caracas.
Capriles, candidato por la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) en la elección presidencial del pasado 14 de abril, llegó este jueves a Santiago, donde tiene reuniones con dirigentes políticos y tiene previsto ser recibido por Piñera.
El líder opositor, que ha impugnado ante los tribunales venezolanos la elección en la que perdió ante el chavista Nicolás Maduro por una diferencia de 1,49 puntos porcentuales, realiza una campaña en América Latina para denunciar supuestas irregularidades en los comicios.
“Es su responsabilidad atender primero los problemas de la comunidad” de Miranda, añadió Jaua al criticar la visita de Capriles a Santiago.
Capriles fue reelegido como gobernador de Miranda tras derrotar en la elección de diciembre de 2012 a Jaua, quien fue candidato por el oficialista Partido Socista Unido de Venezuela (PSUV).
Jaua ha sido nombrado por Maduro “el protector de Miranda” y es usual que visite ese distrito como parte del denominado “gobierno en la calle” que lleva adelante el presidente venezolano.
En otras zonas de Miranda que forman parte de la mancha urbana de Caracas, simpatizantes del chavismo protestaron contra de Capriles por sus viajes al extranjero.
“Dedíquese a gobernar el estado de Miranda y no andar por Chile o Perú”, dijo un manifestante en un mitin difundido por la televisión estatal venezolana.
Capriles tiene encuentros en Santiago con dirigentes del opositor partido Democracia Critiana y con venezolanos residentes en Chile; y estará el sábado en Perú como parte de su campaña contra el gobierno de Maduro.
El pasado 29 de mayo, el opositor fue recibido en Bogotá por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, lo que causó fuertes tensiones entre sus gobiernos.