Un nuevo gobierno egipcio, del que están ausentes los partidos islamistas, prestó juramento el martes en El Cairo menos de dos semanas después del derrocamiento por el ejército del presidente Mohamed Mursi, mientras el país sigue afectado por la violencia.
El nuevo equipo gubernamental, de unos 30 miembros surgidos de diversos horizontes, fue rechazado de inmediato por los Hermanos musulmanes a los que pertenece Mursi.
Los ministros juraron su cargo ante el presidente interino designado por el ejército, Adly Mansur, en presencia del primer ministro, Hazem Beblawi.
La cartera de Exteriores es para el antiguo embajador en Washington, Nabil Fahmy, y la de Finanzas, para Ahmad Galal, un economista que trabajó para el Banco Mundial.
El ministerio de Defensa sigue en manos del general Abdel Fatah al Sisi, hombre clave en el derrocamiento del presidente Mursi, el 3 de julio. El general Sisi es también vice primer ministro.
Al menos tres mujeres están a la cabeza de un ministerio, uno de ellos el de Salud.
No se incluyó a ninguna personalidad afiliada a una formación islamista.
Los Hermanos Musulmanes no reconocen al nuevo gobierno egipcio, declaró a la AFP un portavoz del movimiento islamista, Gehad al Hadad.
“No reconocemos ni la legitimidad ni la autoridad de ese gobierno”, formado dos semanas después de que el ejército depusiera al presidente Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes, indicó el portavoz.
El nuevo primer ministro, Hazem Beblawi, había mencionado la posibilidad de tener a islamistas en su equipo.
Pero los Hermanos musulmanes rechazaron en los últimos días cualquier diálogo o participación en el nuevo poder que se instala, que consideran emanado de un golpe de Estado.
La hermandad reclama el regreso de Mursi argumentando que es el primer jefe de Estado electo democráticamente en la historia del país.
Estados Unidos denunció el martes la violencia en Egipto que dejó por la noche siete muertos después de que fuerzas de seguridad se enfrentaran con partidarios de Mursi.
“Condenamos enérgicamente la violencia registrada en El Cairo durante la noche” del lunes declaró el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.
Ventrell dijo que el gobierno estadounidense también condena la “incitación a la violencia” para acotar que “no puede haber lugar para este tipo de violencia en Egipto”.
Washington cree que “la violencia hace que la transición sea mucho más difícil y amenaza la estabilidad y prosperidad de Egipto”, de acuerdo al funcionario.
Los enfrentamientos de la noche del lunes al martes en El Cairo dejaron siete muertos y 261 heridos en el marco de las manifestaciones en apoyo a Mursi, que convocaron a decenas de miles de sus partidarios en las calles.
Algunos grupos de manifestantes acabaron chocando en varios lugares con la policía, que les reprimió duramente.
Esos enfrentamientos tuvieron lugar durante la primera visita a El Cairo de un alto diplomático de Estados Unidos, el subsecretario de Estado, Bill Burns.
Durante su estancia, Burns se reunió con los principales dirigentes: el primer ministro, Hazem Beblawi, el presidente, Adly Mansour y el general Abdel Fatah al-Sisi, nuevo hombre fuerte del país.
También tuvo contacto “telefónico con un representante de la Hermandad Musulmana”, dijo Ventrell, quien no especificó la identidad de ese interlocutor.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Asthton, anunció que viajará el miércoles a Egipto para llamar a un “regreso cuanto antes a la transición democrática”.
Indicó que se reuniría con el presidente interino Adly Mansur y con miembros del nuevo gobierno, así como con “otras fuerzas políticas y representantes de la sociedad civil”.
En total, en los enfrentamientos de la noche del lunes murieron siete personas y 270 resultaron heridas. Hubo más de 400 detenciones, confirmó una fuente de los fuerzas de seguridad.
La presidencia interina egipcia pidió al conjunto de las fuerzas políticas, incluidos los Hermanos Musulmanes, que trabajen por la reconciliación nacional, declaró un portavoz en una rueda de prensa.
Hay contactos con “todos los sectores políticos en Egipto” para que participen en “el diálogo nacional”, dijo el portavoz presidencial, Ahmad Muslimani.
Por otra parte, Muslimani ratificó el “fuerte resentimiento” de Egipto por las declaraciones de apoyo del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, a Mursi.
Los incidentes del lunes en El Cairo fueron los primeros desde el 8 de julio, cuando tropas de la Guardia Republicana mataron a 53 manifestantes favorables a Mursi.
Los Hermanos Musulmanes seguirán manifestando pacíficamente, dijo a la AFP un portavoz de la cofradía, Ahmed Aref.
Los partidarios de Mursi continúan ocupando los alrededores de la mezquita Rabaa al Adawiya, en el suburbio de Nasr City.
Por otro lado, Israel autorizó al ejército egipcio a que despliegue dos batallones de infantería más en el Sinaí ante el aumento de ataques de grupos islamistas en esta región, anunció este martes la radio militar israelí.