Un diputado de Irlanda del Norte, jefe de un partido protestante, recibió un ladrillo en la cabeza y fue transportado inconsciente al hospital, durante la tradicional marcha de los Orangistas que se celebra el 12 de julio en Belfast.
Nigel Dodds, jefe del partido democrático unionista DUP, el más importante probritánico, protestante y conservador, fue alcanzado ladrillo en la cabeza, y luego fue regado por los cañones de agua de la policía durante los enfrentamientos entre unionistas protestantes y policía antidisturbios.
Protestantes, que en algunos casos blandían espadas, atacaron a los policías que bloqueaban la carretera que cruza el barrio católico de Ardoyne, norte de Belfast, que les fue prohibida por las autoridades para evitar desbordamientos.
Los manifestantes, entre los que se encontraban adolescentes, arrojaron a los policías cócteles-molotov, bastones, ladrillos, botellas, latas de cerveza y petardos.
Unos hombres con el torso desnudo y otros con atuendos de futbolista atacaron también los coches policiales, mientras tocaban unas orquestas unionistas.
Durante estos choques, siete policías resultaron heridos y al menos tres perdieron el conocimiento alcanzados por proyectiles.
Nigel Dodds, que representa el norte de Belfast en el Parlamento británico desde 2001, había intentado convencer a los manifestantes de renunciar a la violencia en la barrera policial.
El desfile del 12 de julio es el punto culminante de las marchas de los Orangistas y suele dar pie a violencias. Este día festivo en Irlanda del Norte corresponde al aniversario de la victoria del rey protestante Guillermo III frente a su rival católico Jacobo II, en la batalla de Boyne en 1690.
La provincia británica del Ulster ha vivido 30 años de violencias interconfesionales que han dejado 3.500 muertos antes de la firma de los acuerdos de paz en 1998, que condujeron al reparto de poder entre protestantes y católicos.