A pesar de las campañas, el tabaquismo sigue siendo la principal causa de mortalidad evitable en el mundo y cada año mueren por sus efectos seis millones de personas, principalmente en los países de ingresos bajos y medio, informó este miércoles en Panamá la Organización Mundial de Salud (OMS).
“El tabaco es la principal causa de muerte evitable a nivel mundial (…) Si se mantienen las tendencias actuales, el número de muertes atribuibles al consumo de tabaco aumentará a 8 millones al año en 2030″, advirtió la OMS en una rueda de prensa para presentar su cuarto informe sobre tabaquismo.
El 80% de las muertes previstas para el 2030 se daría en países de ingresos bajos y medios, agregó el estudio.
Del total de fallecidos, cinco millones eran consumidores o ex consumidores de tabaco y más de 600.000 eran fumadores pasivos, o sea, no fumaban pero enfermaron por la exposición al humo.
Se calcula que el tabaco causó la muerte de 100 millones de personas en el siglo XX y si no hay cambios drásticos, en este siglo el número podría alcanzar 1.000 millones de personas, afirmó la organización.
“Sabemos que solo la prohibición total de la publicidad, la promoción y el patrocinio reviste eficacia”, comentó en la conferencia Douglas Bettcher, director del departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS.
Resaltó que “los países que han impuesto prohibiciones totales, junto con otras medidas de control del tabaco, han logrado reducir su consumo de forma significativa en solo unos cuantos años”.
El informe señaló que en la actualidad hay más de 2.300 millones de personas, de 92 países, que se benefician por la aplicación de alguna medida restrictiva al hábito de fumar. Eso implica más del doble en relación a cinco años atrás.
Sin embargo, sólo una tercera parte de la población mundial se ve beneficiada por alguna acción gubernamental para limitar el consumo de tabaco o la publicidad de este producto.
Necesidad de compromiso político
“La mayor cantidad de progresos (en cuanto medidas antitabaco) han sido en países de medianos ingresos”, dijo Bettcher al comentar que “no se necesitan muchos ingresos para el control del tabaco. Lo que se requiere es un verdadero compromiso político”.
Para la OMS es vital prohibir la publicidad, la promoción y consumo de tabaco en lugares públicos y aplaudió la subida de los impuestos a las cajetillas para desincentivar el consumo.
“Si no cerramos filas y prohibimos la publicidad (…) los adolescentes y los adultos jóvenes seguirán viéndose tentados por el tabaco como consecuencia de las técnicas cada vez más agresivas que emplea la industria tabacalera”, dijo en un comunicado Margaret Chan, directora general de la OMS.
La creación de espacios públicos y sitios laborales sin humo sigue siendo la medida “que más y en mayor grado se ha implantado”, detalló el documento.
Unos 30 países (casi 900 millones de personas) han implantado prohibiciones completas, otros 100 están a punto de hacerlo pero “quedan 67 países que no prohíben ninguna forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco”, apuntó el estudio.
Según la OMS, los gobiernos reciben cada año cerca de 145.000 millones de dólares por impuestos al consumo de tabaco, pero gastan menos de 1.000 millones en medidas de control y de esa cifra, el 96% se realiza en países de ingresos altos.
Con las medidas restrictivas la OMS pretende reducir en un 30% el consumo de tabaco para 2025, pero reconoció que para lograrlo, más países deben aplicar programas integrales para combatir la adicción.
“No es secreto que la industria tabacalera está en contra de todo lo que pueda reducir sus ganancias”, con “un producto mortal que mata casi al 50% de sus usuarios”, dijo Bettcher, quien calculó en billones de dólares las pérdidas económicas globales a consecuencia de fumar.