Escuchando el discurso del presidente Sebastián Piñera, nos enteramos de todas las leyes que se han aprobado. Una de las que más me llama la atención es La Ley Elije vivir Sano, que por cierto es llevada adelante por su esposa.
Es ahí dónde como deportista me pregunto, ¿cómo una Ley se puede aprobar tan rápido y otras están dormidas en el Congreso? Un ejemplo es la Ley del Ministerio del Deporte, que al final no sabemos si es una solución para el deporte de Alta Competencia, pero podría ser de gran ayuda.
Dentro de su discurso, cuando habla de deporte, se refiere a la actividad física, a la masa, o sea fútbol y fútbol, luego hace mención a la gimnasia entretenida, “bicicletadas” (en realidad ahí se refería a CICLETADAS), a corridas organizadas por el Instituto Nacional del Deporte, a los estadios y mini estadios, lo cuales son para realizar deporte llevados a la vida sana.
Éstos no sirven para desarrollar un torneo atlético, hasta ahí más o menos. Luego el mandatario habla de los valores que el deporte entrega, valores que son muy importante en la vida de todo ser humano y van de la mano con la educación y la salud, no sólo salud física, también salud emocional y Psicológica. Hasta aquí bien.
Hasta que llegó al tema que me interesa como deportista… pero nada, sólo mencionó los próximos Juegos Odesur -pese a que su verdadero nombre es Juegos Santiago 2014- y la postulación a los Juegos Panamericanos 2019 (se pelea la sede con Perú) de lo que no se sabrá nada hasta octubre próximo.
Es en estas instancias es donde nos podemos dar cuenta y entender qué importancia tiene el deporte para nuestras autoridades. Por lo menos está dentro de lo social y en eso estoy de acuerdo con masificar. Es de ahí donde pueden nacer grandes deportistas.
Pero en ningún momento habla del Deporte de Alta Competencia. Es aquí donde nuestros Gobiernos quedan en deuda, que se mejoren los recursos para que los deportistas se desarrollen de una mejor forma, para que la preparación sea óptima, para que haya aumentado el número de deportistas apoyados, o sea, que haya evolución.
Pero la alta competencia no es sólo eso: el deportista aún está desvalido. Necesitamos cambios de verdad, que de una vez por todas seamos considerados como profesionales, que la mujer deportista tenga derecho aun pre y post natal, con fuero igual que cualquier mujer trabajadora.
Somos trabajadores y representantes durante muchos años. ¿Lo hacemos con gusto? Sí, ¿alguien nos obliga? No, lo convertimos en nuestro trabajo. Sí, esto significa que nuestra vida se vuelca sólo al deporte y me da pena ver como muchos de esos que decidieron seguir este camino, terminan en la NADA.
Yo no quiero eso para las futuras generaciones que vendrán desde la masa a la ALTA COMPETENCIA.
Con mucho cariño para nuestras AUTORIDADES GUBERNAMENTALES.
Erika Olivera