La huelga de hambre en la cárcel de la base militar estadounidense de Guantánamo, Cuba, sigue extendiéndose y este sábado eran 100 de los 166 presos los que la llevaban adelante, de los cuales 20 eran alimentados a la fuerza, anunció un portavoz de la prisión.
El número de huelguistas sigue aumentado constantemente desde que se inició el movimiento el 6 de febrero. Las primeras cifras suministradas por las autoridades militares el 11 de marzo hacían referencia a nueve huelguistas.
De los 100 que ayunaban este sábado, 20, un récord, eran alimentados a través de tubos conectados al estómago por los orificios nasales. Y entre esos 20 prisioneros, cinco seguían hospitalizados, aunque no estaban en “peligro de muerte”, precisó el portavoz en un comunicado.
Los abogados de los presos sostienen desde el comienzo que unos 130 siguen la huelga de hambre, desencadenada como consecuencia de lo que los prisioneros percibieron como una profanación de ejemplares del Corán. Según los abogados, sin embargo, es su detención por tiempo ilimitado desde hace once años, sin formulación de cargos ni juicio, lo que denuncia la mayoría de los que están ayunando.
“Las detenciones ilegales sin cargos ni juicios en Guantánamo continúan desde hace más de una década y sin salida en el horizonte; no es, pues, sorprendente que los detenidos estén desesperados”, declaró Laura Pitter, de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch.
“La administración Obama simplemente debe hacer algo más para poner fin a esta práctica ilegal que marcará la historia estadounidense con una mancha negra”, agrega en un comunicado.
El viernes la Casa Blanca había señalado que seguía “de cerca” la situación, reafirmando el compromiso del presidente Barack Obama de cerrar la prisión”.
“Se han realizado avances durante esta administración y la precedente; sin embargo, el Congreso aprobó y prorrogó una ley que impide el cierre del centro de detención”, declaró a la prensa su portavoz, Jim Carney.