El 5 de mayo es la fecha tope para que las familias pehuenche cuyo cementerio fue inundado por la represa de la Central Ralco, en Alto Bío Bío, alcancen a llegar a un acuerdo compensatorio con el gobierno.
Luego de que finalmente se descartara la opción de exhumar las osamentas que quedaron en el Panteón Quepuca, el cual está bajo 60 metros de agua por el llenado de la represa Ralco, propiedad de Endesa, las familias afectadas y el gobierno acordaron conformar una mesa de trabajo para definir algunas acciones compensatorias.
Entre dichas acciones se definió la recopilación del material cultural y arqueológico recopilado por expertos en el lugar, en manos de universidades y organismos públicos, para ser entregados a la comunidad pehuenche.
También se desarrolló la idea de crear un hito memorial en las zonas cercanas al sector inundado.
Sin embargo, María Curriao, dirigente de la comunidad, señaló que por respeto a las 65 familias afectadas todo será revisado en la mesa de trabajo con el ejecutivo, cuyo tope máximo para decidir los acuerdos es el 5 de mayo.
La dirigente adelantó que si Endesa no se suma a la mesa, ellos como pehuenche van a tomar acciones más radicales.