Luego que habitantes de diversos puntos del país se hayan visto afectados por la instalación de plantas de tratamiento de aguas servidas junto a sus viviendas, diputados de la Concertación presentaron una moción en la Cámara que busca cambiar la distancia mínima entre estas plantas y los inmuebles.
En este contexto, Fidel Espinoza del distrito 56, uno de los diputados firmantes, destacó que la idea es proteger a los habitantes, ya que vivir cerca de estas plantas en algunos casos es un deterioro para la salud.
Según información entregada por los diputados firmantes, hasta el año 2004 la norma sanitaria establecía una separación de 100 metros entre las plantas de tratamiento y los sectores residenciales, distancia que se redujo a 20 metros, bajo la tesis que gracias a las nuevas tecnologías es posible instalarlas a poca distancia, siempre que tengan un adecuado funcionamiento.
Aún así, aseguró que ha habido cambios por parte de las empresas, pero que es importante proteger a las familias, quienes deben saber que sus casas estarán cerca y que éstas no afectarán su vida diaria.
Las plantas de tratamiento de aguas servidas no podrán instalarse contiguas a edificios de viviendas y deberán ser emplazadas en recintos especiales, no a menos de 100 metros de cualquier inmueble.