“El problema es el agua, no los trenes”, así de tajante fue la alcaldesa de Hijuelas, Verónica Rosatt, quien se ha transformado en una de las principales detractoras del proyecto Expansión Andina 244.
Rossat realizó una serie de observaciones en el marco del periodo de consulta ciudadana que impulsó la empresa para el análisis del estudio de impacto ambiental, donde consideró como grave que el proyecto considere ampliarse en una zona de glaciares, tomando en cuenta que el 65% del agua –según Codelco- se reutilizará, pero el 35% restante será recurso perdido.
La jefa comunal incluso emplazó a la cuprífera a utilizar algún sistema para desalinizar agua del océano.
Rosatt dijo que plantear que el problema principal es el aumento del paso de los trenes es una niñería, porque en el fondo el verdadero tema es el agua.
La jefa comunal agregó la poca claridad por parte de la empresa en torno a los temas medioambientales es preocupante.
Verónica Rossat dijo que el Estado chileno no está haciendo nada para cuando se terminen las reservas del cobre, y que en este escenario lo más sensato es proteger un recurso renovable como es la agricultura.