El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) ganó el domingo el Gran Premio de Bahréin, cuarta manga de la temporada de Fórmula 1, delante de los dos dos Lotus del finlandés Kimi Räikkönen y del francés Romain Grosjean, el mismo podio que el año pasado en esta carrera.
Este triunfo le permite consolidar su primer puesto en el Mundial, pero ahora con diez puntos de ventaja sobre Räikkönen y 30 sobre su gran rival Fernando Alonso (Ferrari), que solo pudo terminar octavo
Vettel, que ha ganado los tres últimos títulos mundiales, partió desde la primera línea, al lado de su compatriota Nico Rosberg (Mercedes) y supo administrar perfectamente la carrera, en particular la utilización de neumáticos duros y medium, para terminar con nueve segundos de ventaja sobre Räikkönen y 19 respecto a Grosjean.
Es la 28ª victoria de su carrera en Fórmula 1, la segunda de esta temporada, tras la lograda en Malasia, y la segunda consecutiva en el circuito de Sajir, en pleno desierto.
“Estuvo muy apretado al inicio y era absolutamente necesario que yo pasara a la cabeza lo más pronto posible, para poder administrar mejor mis neumáticos. El auto fue muy bien con los neumáticos de mi primer relevo, después pude incrementar la ventaja en mi segundo relevo”, dijo Vettel tras su 28ª victoria en Fórmula 1.
“Fue una carrera fantástica. Tengo que dar las gracias al equipo que lo hicieron todo bien del principio al final. El ritmo fue fenomenal y el coche anduvo bien. Tuvimos mucho cuidado con los neumáticos y todo eso se vio en el resultado”, añadió.
Tras salir en la segunda línea, Fernando Alonso tuvo que pararse dos veces al inicio de la carrera, una vez para cambiar de neumáticos y la otra para reparar su alerón derecho.
“Todo se torció desde el principio. El objetivo era intentar conseguir algún punto, era lo que tocaba hoy. No era el día, nos faltó la suerte. Ya llegarán otros en que tengamos suerte”, declaró un optimista Alonso al final de la prueba.
El español tuvo que batallar durante la totalidad de las 57 vueltas para salvar cuatro puntos al final, en un pelotón en que el joven mexicano Sergio Pérez (McLaren) fue particularmente agitado.
“Fui muy agresivo en la pista, golpeando las ruedas con las de Jenson (Button, su compañero de equipo). Quizás arriesgué demasiado, pero el equipo no me dijo nada por la radio. No hubo órdenes de equipo”, explicó Pérez, que finalizó cuatro puestos por encima de Button (10º).
Pérez tocó a su compañero en una dura lucha, y finalmente terminó sexto, detrás de Paul di Resta (Force India), cuarto, que lideró brevemente en un cambio de neumáticos, y Lewis Hamilton (Mercedes), quinto, que pudo resistir al mexicano.
“Hubo mucha adrenalina entre los dos y Jenson siempre es un piloto muy fuerte, pero tengo la esperanza de que podamos ayudarnos un poco más en el futuro”, dijo Pérez, de 23 años.
Otra actuación destacada fue la de Grosjean, que terminó en el tercer cajón del podio por detrás de su compañero Räikönen.
“Ha sido como un bonito regalo de cumpleaños. He recuperado la confianza en el coche y esto es lo que permite lograr buenos resultados”, declaró el francés que el miércoles cumplió 27 años.
Este gran premio se disputó ante el Príncipe heredero de Bahréin y no se vio perturbado por los opositores al régimen, al término de una semana marcada por las manifestaciones, durante el día, y de enfrentamientos entre jóvenes encapuchados y fuerzas de policía, la noche.
La siguiente prueba del Mundial, la quinta, se disputa en Barcelona (España) entre el 10 y el 12 de mayo.