Nueva Zelanda se convirtió este miércoles en el décimo tercer país del mundo, el primero de la región de Asia Pacífico, en legalizar el matrimonio homosexual.
La nueva ley que modifica la legislación que regía el matrimonio en este país desde 1955, fue aprobada por la Cámara de diputados este miércoles, un poco más de un cuarto de siglo después de la despenalización de la homosexualidad en 1986 y algunos años tras la aprobación de las uniones civiles de 2005.
Esta reforma de ley defendida por el primer ministro de centro derecha John Key fue presentada por Louisa Wall, diputada homosexual del Partido Laborista, principal partido de oposición.
“La ley (precedente) consideraba a los neozelandeses homosexuales como seres inferiores a los seres humanos, y a los demás ciudadanos. Este texto permite asegurarse que el Estado no discrimine a ningún categoría de la población”, en función de su orientación sexual, dijo la diputada a la AFP.
El texto tuvo que hacer frente a una fuerte oposición, principalmente del grupo Family First, que acusa a los dirigentes políticos de debilitar la institución tradicional del matrimonio bajo la presión de los activistas a favor del matrimonio entre homosexuales.
En el mundo, trece países autorizan el matrimonio entre personas del mismo sexo, según la ONG Human Right Watch (HRW).
Actualmente, los diputados franceses debaten un proyecto de ley que legalizará el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como la adopción, en un contexto de fuerte oposición por una parte de la población.