Con el fin de asegurar la calidad sanitaria de los mariscos que la población va a consumir este fin de semana largo, el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz y la seremi de Los Lagos, Giovanna Bellocchio, hicieron este miércoles una visita inspectiva al puerto de Quellón, en el extremo sur de la isla de Chiloé, desde donde son enviados los productos del mar al centro del país.
Los mariscos extraídos de las aguas del sur de Chiloé, especialmente almejas y choritos, son algunos de los que más se comercializan.
En 2012 las lanchas artesanales entregaron en Quellón 9 mil de las 12 mil 500 toneladas producidas en total por el mar chilote. Eso lo convierte entonces en el punto de distribución más grande de Chile, doblemente importante en fechas de alto consumo como la de ahora. De hecho, se calcula que sólo en Semana Santa se consume el 30 por ciento del total del año.
“Y ahora la cantidad de extracción parece que va a ser incluso superior a la de otros años”, explicó el subsecretario.
Díaz recorrió el terminal portuario, donde revisó la cadena de controles, desde que los mariscos salen de las bodegas de las embarcaciones hasta que son cargadas en los camiones de transporte interregional, con sus certificaciones de origen y de inocuidad sanitaria.
Este último punto es de vital importancia, ya que garantiza que el producto está libre de ‘marea roja’ y, por lo tanto, es seguro para el consumo humano. La ‘marea roja’ es una alteración de las aguas marinas debido al florecimiento de unas microalgas, que al ser filtradas por moluscos bivalvos (de doble concha, como machas, almejas, choritos, entre otros) se concentran en su interior y transmiten su toxina cuando el ser humano los consume, ya sean crudos o cocidos.
Esta toxina puede ser de tipo Diarreica, Amnésica o Paralizante, y llega a causar la muerte. En el litoral chileno hay periódicamente aparición de ‘marea roja’, que obliga a cerrar zonas para la extracción de mariscos. Actualmente hay restricciones en áreas de Magallanes y Aysén, aunque la vigilancia es permanente en otras regiones productoras de mariscos, como Los Lagos, donde hay tres laboratorios de control.
Uno de los agentes de contaminación más agresivos en el último año fue el Vibrión Parahemolítico, que causó 345 notificaciones durante el verano (en 2012 hubo 24 casos). Esta bacteria, que crece favorecida por el aumento de temperatura en el agua del mar, ha motivado una vigilancia ambiental más estricta y un reforzamiento de las campañas de prevención a la comunidad.
El ministerio de Salud reiteró su llamado a la población para que adopte cuidados al comprar, manipular y preparar los pescados y mariscos en la casa, aconsejando hervir los mariscos por al menos cinco minutos, porque no basta con lavarlos. Lavarse las manos antes y después de manipular alimentos, y después de ir al baño.
También, lavar las superficies y utensilios de cocina que han estado en contacto con alimentos de riesgo antes de usarlos nuevamente; evitar la contaminación cruzada, manteniendo separados los alimentos crudos de los cocidos; comprar y consumir los mariscos en lugares autorizados, mantener los mariscos refrigerados y separados de otros alimentos.
Además, las autoridades sanitarias recordaron que el jugo de limón no cuece los alimentos.