El hallazgo de miles de cerdos muertos en el río Huangpu de Shanghai esta semana ilustra el lado oscuro de la industria agroalimentaria en China, donde prima el rendimiento para dar de comer a más de 1.300 millones de seres humanos.
Las imágenes de cerdos flotando entre los otros desechos del río Huangpu desconcertaron no sólo a los habitantes de la capital económica del país sino a todos los chinos, para quienes la carne de cerdo es parte primordial de la dieta.
En un país donde la gente come cotidianamente carne, la carne de cerdo -más barata que la de ternera o cordero- representó el año pasado el 64% de la producción total de carne.
Más de 7.500 cochinillos y cerdos adultos, algunos de los cuales pesaban más de cien kilos, fueron sacados de las aguas del río Huangpu.
Este río, que atraviesa la ciudad de Shanghai, representa alrededor del 20% del consumo de agua de los 23 millones de habitantes de la región.
Según la municipalidad de Shanghai, criadores de cerdos de la prefectura de Jiaxing (provincia de Zhejiang), vecina de Shanghai, arrojaron los cadáveres al río después de que los animales murieran por una enfermedad no precisada.
Pero las autoridades de Jianxing, así como criadores de cerdos entrevistados por la AFP en el pueblo de Zhulin, uno de los principales centros de producción de la región, niegan cualquier relación con el caso.
“El gobierno es muy estricto. Vacunamos a nuestros cerdos. Si están enfermos, no son vendidos”, asegura Pan Juying, una porcicultora de 57 años.
Sin embargo, no muy lejos, un cochinillo en descomposición fue arrojado a un lado de la carretera, ubicada a un centenar de metros de un arroyo.
Además de una controversia sobre la calidad del agua, el escándalo levanta inquietudes sobre la posible venta de cerdos enfermos.
Las autoridades anunciaron esta semana la condena a prisión de 46 personas, culpables de cortar y vender carne de cerdo proveniente de más de un millar de animales enfermos. Los hechos ocurrieron en la provincia de Zhejiang, vecina a Shanghai.
Un veterinario de Zhulin, Wang Wei, explicó a la AFP que numerosos cerdos murieron por causas desconocidas en el Zhejiang, en febrero.
China se enfrenta regularmente a escándalos alimentarios. El caso más sonado es el de la leche contaminada con melamina que en 2008 provocó la muerte de seis niños.
Según una profesora de la Universidad agrícola de China, Zhu Yi, estos problemas se explican principalmente por el gran número de pequeños agricultores “difíciles de controlar”.
De hecho, la mala alimentación, la falta de cuidado profesional, y los problemas de reproducción de los animales son más frecuentes en las pequeñas explotaciones.
“La seguridad alimentaria es un tema que requiere un esfuerzo constante”, estima Zhu. “El modelo actual de la ganadería es demasiado básico, y las normas demasiado laxistas”.
Sin embargo, “cada país tiene sus problemas”, añade la profesora, haciendo referencia al reciente escándalo de carne de caballo en Europa.