El portero Bruno, excapitán del club de fútbol Flamengo de Rio de Janeiro, fue condenado en la madrugada del viernes a 22 años y tres meses de cárcel por matar a su examante Eliza Samudio, con quien tuvo un hijo, informó la justicia brasileña.
Bruno Fernandes de Souza fue sentenciado por el asesinato de Samudio, una modelo que tenía 25 años cuando desapareció en junio de 2010, así como por ocultamiento de cadáver y por el secuestro del hijo de ambos, Bruninho, que tenía cuatro meses cuando murió su madre.
Durante el juicio, seguido atentamente por todos los medios de comunicación brasileños y realizado en Contagem, en el estado de Minas Gerais (sureste), Bruno, de 28 años, admitió un plan para matar a Samudio que involucró a nueve personas en total, incluidos amigos del deportista, otra exnovia y su exmujer.
En el momento del crimen, el jugador era golero del Flamengo, uno de los clubes más populares de Brasil.
Según testimonios, un expolicía militar amigo de Bruno estranguló a Samudio. Bruno admitió que su cuerpo fue arrojado a perros Rottweiler para hacer desaparecer la evidencia, como sospechaba la policía.
Samudio buscaba probar en la justicia que Bruno era el padre de su hijo, para recibir una pensión.
La jueza Marixa Lopes Rodrigues afirmó al leer la sentencia que “la ejecución del homicidio fue meticulosamente calculada” y que “Bruno creyó que, al desaparecer el cuerpo, quedaría impune”, según consignó el sitio web de informaciones G1.
Dayanne Rodrigues, exmujer de Bruno, fue absuelta del delito de secuestro de Bruninho, a pedido del fiscal, que consideró que actuó bajo presión.
En 2010, la justicia de Rio ya había condenado a Bruno a cuatro años y medio de prisión por retención forzada, humillación y maltratos infligidos a Samudio, a quien habría obligado a tomar medicinas abortivas cuando supo de su embarazo.
El portero ya cumplió dos años y cuatro meses de esta condena, encarcelado en Minas Gerais.