Un hito relevante en la polémica inundación del cementerio pehuenche por la central Ralco, en Alto Bío Bío, ocurrirá la próxima semana cuando se devuelva a las familias indígenas el material cultural extraído antes del llenado de la represa, hecho ocurrido hace una década.
Se trata de una de las primeras acciones concordadas en la mesa de trabajo que integran representantes de las familias indígenas y autoridades de Gobierno, que apunta a resarcir el daño causado por el anegamiento del Panteón Quepuca.
Aunque ya se descartó la opción de exhumar las osamentas, las opciones ahora pasan por construir un hito memorial en la zona y recopilar el material cultural y arqueológico que fue desenterrado antes del llenado de la represa, el cual está disperso en universidades y organismos públicos.
María Curriao, que representa a las familias afectadas, confirmó el acto de devolución de los restos en una ceremonia a efectuarse en Ralco, como parte de los acuerdos de la mesa de trabajo.
La dirigenta confirmó que el material será trasladado al Museo de Cañete debido a que el recinto reúne las condiciones de almacenaje, antes de ser ubicadas en el hito memorial que se levantará en las cercanías del cementerio inundado.
Cabe hacer presente que este acto está antecedido por el también inédito perdón de la empresa Endesa a las familias pehuenche cuyo cementerio fue inundado por el llenado de la represa de la central Ralco, lo cual – sin embargo- sucedió una década después de ocurrido el hecho.