Los inminentes recortes del gasto público que entrarán automáticamente en vigor en Estados Unidos reducirán las ayudas a los pobres, causarán retrasos en los vuelos, determinarán el cierre parcial de parques nacionales y además dañarán a la economía, dijeron altos funcionarios y analistas.
En medio de advertencias sobre el impacto negativo que tendrán, los recortes del gasto por 85.000 millones de dólares entrarán en vigor automáticamente el 1 de marzo si los partidos políticos, enfrentados sobre este punto, no se ponen de acuerdo en una reducción más modesta del déficit antes de esa fecha.
Algunos economistas sostienen que los recortes reducirán como mínimo en un 0,5% el crecimiento económico, y que los empleados públicos y contratistas en todo el país limitarán sus propios gastos en un contexto de enlentecimiento o suspensión de los pagos estatales.
Se advirtió también a los municipios de todo el país sobre el impacto de los recortes.
El Servicio de Parques Nacionales afirmó que se verá obligado a reducir servicios y cerrar instalaciones a medida que se acerque el verano, cuando los parques son un atractivo turístico que deja millones de dólares a las economías locales.
El secretario de Transporte, Ray LaHood, dijo el viernes que la Administración Federal de Aviación se verá obligada a suspender a algunos trabajadores entre dos y cuatro días al mes a partir de abril, a reducir las plantillas de los aeropuertos y de los servicios de control de tráfico, lo que determinará retrasos de 90 minutos o más en los grandes aeropuertos.
Los recortes no serán catastróficos, sostiene la consultora Macroeconomic Advisors en un informe. Pero el crecimiento caerá este año hasta sólo 2%, en oposición al 2,6% proyectado, lo que supondrá la pérdida de 700.000 puestos de trabajo hasta fines de 2014.
El Bipartisan Policy Center de Washington calcula que los recortes supondrán la creación de un millón de empleos menos de los que se crearían sin esas reducciones del gasto público.
“El alto desempleo podría mantenerse por varios años”, asegura Macroeconomic Advisors.
Los recortes están incluidos en una ley de 2011 que obliga al gobierno a rebajar drásticamente los gastos en los próximos diez años si demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo en una reducción más moderada del déficit.
El gobierno debe podar unos 85.000 millones de dólares de gasto público en lo que queda de este año fiscal, que termina en setiembre, y otros 110.000 millones cada año hasta 2022.
Ambos partidos parecen estar aún muy lejos de un acuerdo cuando faltan pocos días para la fecha de entrada en vigor de los recortes automáticos, el próximo viernes.
La economía de Estados Unidos creció el año pasado un modesto 2,2%, y los economistas tenían la expectativa de que este año creciera 3%.
Los recortes se sumarán a la carga que supondrá el aumento de impuestos de 200.000 millones de dólares implementado en enero para reducir el gigantesco déficit.
Douglas Elmendorf, director de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), afirmó que esa combinación afectaría el crecimiento en 1,5% este año.
A pesar de que el crecimiento podría recuperarse en 2014, la actividad se mantendría hasta 2017 “por debajo de su nivel potencial” si la ley de recortes automáticos se mantiene.
El mayor impacto lo tendrá que soportar el sector defensa. El Pentágono emplea a alrededor de 800.000 civiles, que podrían sufrir suspensiones temporales de empleo o verse afectados por la cancelación de contratos con empresas privadas.
“Si se aprueban las suspensiones de empleo, las remuneraciones de los empleados civiles sufrirán una caída de 20% entre fines de abril y setiembre”, declaró en una audiencia del Congreso Jessica Wright, en representación del secretario de Defensa.
Un contratista del gobierno federal que prefirió mantenerse en el anonimato dijo que la industria ya se estaba viendo afectada porque los demócratas y los republicanos han sido incapaces de ponerse de acuerdo sobre el presupuesto de todo un año, limitando los planes del Pentágono.
“Prevemos que las cosas empeorarán si los recortes entran en vigor”, declaró a la AFP. Esto obligaría a los pequeños contrastistas a despedir a sus especialistas.
Pero el impacto se sentirá en todo el país. “Esto realmente afecta a los 50 estados”, señaló la experta en temas de defensa Mackenzie Eaglen, del American Enterprise Institute, quien advirtió acerca de un debilitamiento militar de Estados Unidos.
“Muchos de esos empleos civiles en el departamento de Defensa no se encuentran en Washington. Están en astilleros, en depósitos de vehículos militares” a lo largo y a lo ancho del país, agregó.
Algunos analistas quitaron importancia a los recortes y alegan que los organismos públicos ya comenzaron a prepararse desde el año pasado, reduciendo gastos y acopiando fondos.
El ex director de la CBO y actual presidente del conservador American Action Forum, calificó a los 85.000 millones de dólares de “pequeño trozo de un enorme pastel” de 3,6 billones del presupuesto anual.