El 1 de marzo Diego Simpértigue dejará su cargo como presidente de la Corte de Apelaciones de Concepción, pero dejará tareas pendientes a quien será su sucesor, Juan Rubilar. Uno de los proyectos más importantes es la construcción de “minicentros” de justicia en ciudades.
Al finalizar su labor en marzo, Diego Simpértigue entregará la presidencia del tribunal de alzada penquista a Juan Rubilar, quien investigó el emblemático caso de Jorge Matute Johns.
El caso del ministro Rublilar será particular, ya que durante su administración cumplirá 75 años, edad de jubilar en el Poder Judicial, por lo que Diego Simpértigue explicó que le corresponderá al magistrado Freddy Vásquez terminar entonces el año judicial.
Entre las tareas más importantes que Simpértigue dejará para su sucesor, se encuentra que varias comunas de la región cuenten con edificios que concentren los distintos juzgados en un solo edificio, como ocurre en Concepción.
El objetivo -dijo Simpértigue- no sólo apunta a dotar de una adecuada infraestructura al personal de la administración de justicia, sino también a los usuarios de los tribunales.
,