“El gobierno de Chile se está ahogando en un mar de contradicciones” afirmó este viernes el vicepresidente boliviano, Álvaro García, respecto al centenario diferendo marítimo con Bolivia.
García estableció al menos cuatro contradicciones en que, dijo, incurrió Sebastián Piñera respecto al reclamo boliviano de una salida soberana al mar, perdida en una guerra frente a Chile en el siglo XIX.
“El gobierno de Chile se está ahogando en un mar de contradicciones porque está faltando a la verdad histórica y la verdad histórica es: el derecho de una salida de Bolivia al océano Pacífico”, apostilló García.
El vicepresidente boliviano mencionó que Piñera dijo en la asamblea de la ONU en 2010 que los “tratados son inviolables y no se tocan” en alusión al de 1904 que define el encierro marítimo de Bolivia, pero que en enero de este año afirmó que “por supuesto, los tratados se pueden perfeccionar”.
En noviembre de 2012 Piñera sostuvo que “Chile hará respetar no sólo los tratados que ha firmado, sino su soberanía con toda la fuerza del mundo” y en la cumbre del Celac este año en Santiago afirmó que “la soberanía no se negocia, excepto por interés económico”, recordó García. La Moneda aclaró que Piñera no dijo “excepto” sino “cierto”.
Piñera dijo en 2011 en la ONU: “entre Chile y Bolivia no existen asuntos territoriales pendientes”, pero en una declaración a la Tercera de su país señaló: “Chile le ha ofrecido a Bolivia otorgarle autonomía en un enclave territorial en el norte de Arica, donde ellos puedan desarrollar un puerto o un balneario, pero sin otorgar soberanía”, destacó García.
A pesar de que en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz insistió en el carácter bilateral del diferendo marítimo, apuntó recientemente: “la posibilidad de la salida al mar sin soberanía por el norte de Arica se acaba si Perú obtiene una victoria en La Haya, es decir en un tribunal de carácter internacional que involucra al Perú”.
Cabe mencionar que La Paz y Santiago carecen de nexos diplomáticos desde 1978 y por el momento están enfrascados en un fuego cruzado por el diferendo marítimo.