Nueve parejas tailandesas comenzaron este martes su participación en un curioso maratón para batir el récord mundial de beso más largo, es decir, conseguir estar más de 50 horas, 25 minutos y un segundo sin despegar los labios.
La pareja gay, vencedora el año pasado y que ostenta este récord, puso su título en juego durante este acto organizado por un museo de Pattaya, al sur de Bangkok.
Otras ocho parejas, entre las que había una de septuagenarios que acudieron al concurso para celebrar su 50 aniversario de boda, les desafiaron.
Los ancianos “abandonaron al cabo de una hora. Es la primera vez que gente anciana participaba”, comentó Somporn Naksuetrong, vicepresidente del museo “Ripley’s Believe it or not!”, quien está convencido de que este año también se batirá el récord.
Los participantes, algunos subidos a cajas para estar a la misma altura que el otro integrante de la pareja, no tienen derecho a sentarse y deben besarse sin parar, ni siquiera pueden detenerse para beber un poco de agua o leche con una pajita.
“Deben continuar besándose en el baño”, insistió también una portavoz del acto.
Se trata de pruebas que únicamente pueden afrontar los más enamorados. “No podrían hacerlo si no se quisieran de verdad”, finalizó Naksuetrong.