Durante horas de la mañana de este sábado, el cruce que une Tomé con Lirquén fue tomado por los locatarios de restaurantes de la zona, quienes protestaron tras el anuncio de marea roja.
Ante la posible presencia de marea roja, el número de veraneantes que visita el lugar disminuyó considerablemente lo que preocupa a los dueños de restaurantes del lugar.
Luis Guerra, vocero de los locatarios, señala que no se ha registrado ningún enfermo, “queremos que nos pidan disculpas y que se rectifiquen por haber transmitido una información errónea”.
Además Guerra, manifestó su molestia con el Alcalde quien no ha tomado parte en la polémica.
El gobernador de Concepción Luis Santibáñez, declaró que “pedir disculpas es algo que no corresponde, si el gobierno ha claro al señalar que la situación es de normalidad”, a lo que agregó que “protestas de este tipo sólo hacen daño al comercio de la zona”.
Cabe consignar que el Seremi de Salud del Bío Bío Boris Oportus descartó a La Tercera la presencia de marea roja en Lirquén.