La Asociación de Facultades de Medicina (Asofamech) recomendó al Ministerio de Salud que no considere válidos los resultados del examen nacional del sector del 2012, luego de la filtración de algunas preguntas. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, solicitó ayuda a la Contraloría General de la República para analizar el caso.
Luego de confirmarse la filtración de 12 preguntas del Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom) de este año, Asofamech inició una investigación, que determinó que la información fue traspasada de forma verbal a través de especialistas de algunas universidades, quienes participaron como asesores del comité que confeccionó el medición.
Sin embargo, la investigación por parte del organismo encargado de implementar la prueba continúa.
Este viernes se reunieron representantes de la asociación con el titular de Salud, Jaime Mañalich. En la cita, el organismo recomendó a la cartera no considerar válidos los resultados del examen, el cual es requisito para que los médicos puedan ejercer en el sistema público.
El presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, calificó la situación como “grave”, asegurando que esto pone en duda el prestigio de una prueba que se realiza hace varios años y que es de vital importancia para el área médica del país.
Por otra parte, el representante criticó el alcance de la medición, sosteniendo que ésta no debería ser validante del trabajo de un facultativo en el sistema público de salud.
El Ministro de Salud afirmó que la situación es muy complicada, dado que la ley es muy estricta en cuanto a la contratación de médico. En este sentido, informó que ya se envió un oficio a la Contraloría General de la República para que haga una interpretación jurídica de la normativa, y así encontrar una posible solución al conflicto.
Asofamech a través de una declaración pública, señaló que se podrían haber eliminado las 12 preguntas filtradas, y de esa forma no se habría afectado la confiabilidad técnica del examen. Ya que esto no se hizo, recomendó al organismo estatal no considerar los resultados, ya que “el valor de un examen depende también de la confianza que la sociedad deposita en él, y ésta ha sido cuestionada”.