El laureado actor estadounidense Sean Penn pidió este miércoles al presidente boliviano Evo Morales que instruya la inmediata liberación de su coterráneo, el empresario Jacob Ostreicher, preso en Bolivia sin juicio ni sentencia desde hace 18 meses, acusado de lavado de dinero.
“Pido al presidente Morales la inmediata liberación y exoneración y regreso seguro de Jacob a su familia en los Estados Unidos”, dijo Penn en conferencia de prensa en Santa Cruz (este), acompañado del empresario norteamericano, que yace en silla de ruedas.
La conferencia fue realizada en la clínica donde actualmente se encuentra internado Ostreicher, bajo custodia policial.
Penn llegó al país para seguir la audiencia del martes en Santa Cruz en una sala penal de la Corte de Distrito que devolvió el caso a un juez de menor rango, para que resuelva el pedido de libertad del empresario de 53 años, detenido desde hace 18 meses.
El ganador de dos Oscar por sus películas Milk y Mystic River advirtió además que el caso Ostreicher puede ser usado “por la fuezas de oposición corruptas para desacreditar al presidente Morales (bajo el argumento) de que él está bajo el control del sistema judicial”.
“Bolivia y el presidente Morales podrían ser debilitados por esta mafia y podrían ser vulnerables con el último objetivo de un golpe de estado”, subrayó Penn, amigo personal del mandatario izquierdista, a quien ha visitado en reiteradas oportunidades.
Penn vio a Ostreicher por primera vez en noviembre pasado, en la peligrosa cárcel de Palmasola en Santa Cruz, cuando se interesó en su caso. El martes, en la audiencia en esa ciudad, el actor condujo personalmente al empresario, postrado en silla de ruedas, afectado por el juicio que se le sigue.
El empresario arrocero, detenido desde junio de 2011, fue acusado por abogados del gobierno y fiscales de lavar dinero del narcotráfico, pero él alegó inocencia y, en cambio, denunció que lo extorsionaron para darle la libertad condicional.
La revelación provocó un escándalo mayúsculo en Bolivia, pues el propio Gobierno admitió que existía una red de abogados gubernamentales y fiscales que extorsionaron no sólo a Ostreicher, sino a opositores e incluso a delincuentes para facilitarles juicios benignos.
Por este caso hay una decena de detenidos, mientras el Ministerio Público investiga a esa red.