Como si fuera un cuento de Navidad, sucedió el miércoles 14 de noviembre, durante una fría noche de invierno en Nueva York, cera de Times Square. Allí, el oficial del policía Lawrence DePrimo se encontraba realizando un operativo cuando se encontró con un mendigo, quien se apoyaba en sus talones para caminar descalzo por la congelada acera de la séptima avenida.
DePrimo desapareció por un instante y luego regresó con un par de botas recién compradas para el hombre, arrodillándose junto a él para ayudarle a ponérselas.
Su acto desinteresado pudo pasar desapercibido de no ser por Jennifer Foster, una turista de Arizona que paseaba por el lugar y retrató la escena con su celular. De ahí, publicarla en la página oficial de la Policía de Nueva York y convertirla en un éxito viral fue una sola cosa, con más de 330.000 personas que han puesto “Me gusta” a la imagen e incluso más de 21.400 comentarios.
Se trata de la publicación más exitosa en la página del departamento de policía estadounidense, al punto que algunos comentaristas dejan entrever sus dudas respecto de si es un truco publicitario para “lavar” la imagen de las autoridades tras la violenta represión a los manifestantes contra Wall Street.
“Tengo mis asuntos contra quienes aplican la ley en el lugar que sea, pero vayan mis respetos para aquel buen oficial de policía”, se decía en uno de los comentarios de Facebook recogidos por el New York Times.
“Siempre hay personas que lo pasan peor que uno”
Lejos de la polémica, el oficial DePrimo ni siquiera sabía que se había convertido en una celebridad de Internet hasta que comenzó a recibir llamadas de los medios. El joven se unió a la policía en 2010 y aún vive con sus padres en Long Island.
“Hacía un frío tremendo y se podían ver las ampollas en los pies del hombre. Yo tenía dos pares de calcetines puestos y aún así tenía frío”, afirmó el policía durante una entrevista.
Tras intercambiar algunas palabras, averiguó que el hombre calzaba 44. Luego fue hasta una tienda cercana de Skechers. Eran cerca de las 21:30 horas.
“Quedamos impactados por su acción. La mayoría de los neoyorkinos simplemente dejamos pasar esas situaciones, sobre todo en esta parte de la ciudad”, confesó el administrador de la tienda, Jose Cano, de 28 años. El vendedor le dio un vale de descuento personal que rebajó el costo de las botas de $100 a $75 dólares (35.000 pesos chilenos).
“Me guardé la boleta en el uniforme, para recordar que siempre hay gente pasándola peor que uno”, explicó DePrimo.
Dentro de la historia, el único que no ha podido ser contactado es precisamente el mendigo que recibió las botas.
“Era el caballero más amable que haya conocido”, aseveró DePrimo, añadiendo que su rostro “se iluminó” con sólo ver el calzado. “Intenté ofrecerle una taza de café, pero apenas se hubo puesto las botas siguió su camino y yo volví a mis obligaciones”.