Al entrar por primera vez a un restaurante, la mayoría suele dar un vistazo rápido al entorno para hacerse una idea de qué tan bueno y limpio es, pero como en todo orden de cosas, muchas veces las apariencias engañan.
El reconocido médico estadounidense Mehmet Oz -famoso por el programa de TV “Doctor Oz”- y el ganador del reality “Top Chef: All Stars”, Richard Blais, dejaron al descubierto algunos sucios secretos que esconden algunos restaurantes, y que pueden implicar graves riesgos sanitarios, pon atención.
1. Pistas que indican una cocina sucia
“El hecho de que el lugar se vea muy bien, no significa que sea lo mismo en la cocina”, señaló Blais.
Para asegurarse de que la cocina de un restaurante sea limpia sin necesidad de irrumpir por las puertas, Blais recomienda prestar atención a algunas sutiles señales. Por ejemplo, si ves cubetas cerca del área de preparación de alimentos, las botellas de ketchup chorreadas o vasos almacenados en posición invertida sobre un mostrador, probablemente la cocina sea un desastre.
Por otro lado, Oz indicó que si el baño está sucio, es muy posible que la cocina también lo esté.
2. Ojo con la carne
Según Blais, un viejo truco para descubrir si un restaurante sirve carne fresca, es pedir la carne a “medio punto”. Esto, porque cuanto más se cocina la carne, más se disfraza el sabor. “Pida siempre su bistec a medio punto”, dijo Blais, añadiendo que “de esa manera se ven obligados a utilizar los cortes de carne más frescos”.
Además, expresó que si la carne está cubierta de salsa sin que lo hayas pedido, podría tratarse de un intento de enmascarar el sabor.
3. Pon atención a los alimentos brillantes
Si alguna vez has notado que las verduras de tu plato se ven muy brillantes, puede que se deba a la utilización de una especie de esmalte preparado con mantequilla y azúcar, muy recurrente en los restaurantes, aseguró Blais. Por eso, dice que es preferible pedir las verduras al vapor y también pedir la carne sin especias, ya que muchas veces los condimentos especiales son en base a azúcar.
Lo mismo pasa con las salsas rojas, que regularmente se le añade azúcar para reducir la amargura de la salsa de tomate.
4. Evita los buffet
“Los buffet son un caldo de cultivo para las bacterias”, indicó Oz, explicando que “parte del peligro es que se dejan los alimentos a temperaturas incompatibles”.
A veces, la parte inferior se quema mientras que la parte superior está fría. Por eso, si quieres disfrutar de un buffet sin riesgos, el médico recomienda ir cuando recién se abre, antes de que comida comience a descomponerse.
5. Ignora el menú especial
Si bien el menú especial puede parecer delicioso y a un tentador precio, Blais recomendó pasarlo por alto. El experimentado chef aseguró que “lo que estás consiguiendo es la comida que el cocinero tiene que quitarse de encima”.
“El chef puede haber ordenado demasiada cantidad de un alimento en particular y ahora necesita deshacerse de éste rápido”, añadió.
Además, enfatizó que se debe evitar particularmente el menú especial de los domingos, porque los restaurantes rara vez reciben el pedido de mercancías el fin de semana, lo que significa que esta comida es la menos fresca.
6. ¿La música está muy fuerte?
Según Blais una de la razones por las que la gente suele comer en exceso y más rápido en los restaurantes es la música, aunque parezca absurdo. “Si un restaurante reproduce la música a todo volumen, te sientes como si tuvieras más energía. Eso hace que pidas más y comas más rápido”, explicó.
Recuerda que tu cerebro puede tardar hasta 20 minutos en darse cuenta de que estás satisfecho, así que tómate tu tiempo y disfruta la comida.