Los precios de los alimentos se han estabilizado desde el pico alcanzado en el verano boreal, pero continúan “cerca” de niveles récord y siguen amenazando la supervivencia de millones de personas, lamentó el Banco Mundial (BM) en un informe publicado el jueves.
“Los precios elevados se imponen cada vez más como la nueva norma. El planeta no puede permitirse tolerar esta tendencia cuando 870 millones de personas siguen viviendo con hambre y que millones de niños mueren cada año” por malnutrición, destacó Otaviano Canuto, vicepresidente del BM, citado en un comunicado.
Sólo en el mes de octubre, los precios de los alimentos a nivel mundial crecieron un 7%, a pesar de haber retrocedido 5% con respecto al nivel récord alcanzado durante el verano boreal, de acuerdo con el informe trimestral de BM, que subraya que dicha evolución “no ha sido uniforme”.
En un año, el precio del maíz subió un 17% en octubre, al igual que el del trigo (+24%), mientras que el valor del arroz (-7%) y sobre todo el del azúcar (-20%) cayeron, precisa el BM.
“Preocupaciones crecientes sobre la producción del trigo han mantenido su precio mundial a un nivel elevado”, explica la institución, citando como explicaciones la persistente sequía en Europa del Este.
El curso de los precios alimentarios ha sido desigual en función del país.
Entre julio y septiembre, el precio del maíz subió 28% en Haití, uno de los Estados más pobres del mundo, mientras que en Ghana retrocedió un 26% durante el mismo periodo.
Durante esos tres meses, los precios del arroz crecieron 14% en Brasil y 11% en Birmania, según el BM.
La institución se felicitó porque “parece que se ha evitado” una crisis alimentaria mundial comparable a la de 2008, pese a que todos los indicadores apuntaban hacia esa situación en el pico del verano.
“La ausencia de reacción de pánico ha contribuido a la estabilización de los precios alimentarios”, estimó el BM, quien manifestó su preocupación por la persistente indiferencia de la comunidad internacional sobre esta situación.
“¿ Es la seguridad alimentaria realmente una prioridad en la agenda política mundial?”, se pregunta el BM al final de su informe.
“Al igual que en la extrema pobreza, ha habido muy poco progreso en la lucha contra el hambre (…) desde el inicio de la crisis económica mundial”, precisó.