Una embarcación con 60 mil toneladas de sal quedó varada frente a Guerrero Negro, en el Pacífico mexicano, donde estuvo a punto de voltearse.
La barcaza, que trasladaba una montaña de sal, propiedad de una empresa exportadora del mineral, quedó varada durante la madrugada del jueves en “Ojo de liebre”, una laguna litoral de agua salada, santuario natural de la ballena gris, en el noroeste de México.
“Se logró evitar una tragedia ambiental, fue posible pasar la sal a otras barcazas más pequeñas, que pudiesen navegar en marea baja. Si el mineral hubiera caído al mar, provocaría la muerte de la fauna marina”, dijo Marco Antonio González Vizcarra, delegado de la secretaría de Medio Ambiente Regional.
A esta laguna litoral, llegan cada año una gran cantidad de ballenas para invernar y reproducirse. Es un espectáculo que atrae a miles de turistas en la temporada de invierno.