Una taza de café caliente, el pasto recién cortado, la brisa del mar, son aromas fácilmente identificables y que probablemente nos ayuden a evocar momentos. Pero, ¿qué pasaría si el aroma que se percibe es neutro?
Científicos del Instituto de Ciencias Weizmann (Israel) definieron un nuevo olor, que bautizaron como “olor blanco”, y que justamente sería esa indefinición de aroma, que compararon con el “ruido blanco” o el color blanco.
Según informa ABC.es, los expertos que publicaron su trabajo en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS), prepararon varias mezclas aromáticas usando 86 moléculas olorosas únicas diluidas en intensidades similares.
Los voluntarios que colaboraron con el proyecto, percibían como “similares” las mezclas que tenían más de 30 componentes diferentes, debido justamente a la gran cantidad de éstos.
Luego de esta prueba, los investigadores dieron a oler a los voluntarios una serie de combinaciones que bautizaron como “Laurax”, y los participantes en su mayoría usaron dicho nombre para calificar las mezclas inéditas que olieron nuevamente.
De acuerdo a los resultados del estudio, los voluntarios aseguraron que Laurax poseía “propiedades neutrales, ni agradable ni desagradable”, por lo que los científicos concluyeron que al haber una gran cantidad de olores de intensidades distintas, pueden ser catalogados como “olor blanco”, tal como ocurre en el caso del ruido y el color.