Este martes llegaron a Villarrica cerca de cien personas provenientes de Teodoro Schmit, entre padres, apoderados y docentes del Liceo Cristo Rey, con el fin de manifestar su descontento con el obispo Francisc Stegmeier, ante un desalojo del cual serán víctimas en enero próximo.
Según lo informado por Miguel Ruiz, docente del establecimiento en cuestión, “el Complejo Educacional Liceo Cristo Rey se creó hace más de 20 años, donde la comunidad de Teodoro Schmit cedió este terreno a la diócesis de Villarrica. Junto con esto, se construyó un establecimiento educacional, el cual pertenece a la sociedad de profesores Padre Alejandro Ortega Limitada, institución que ha trabajado entregando educación a los jóvenes, siendo el único liceo existente en esa comuna”.
Además, Ruiz señaló que “lamentablemente, desde hace dos años a la fecha, el Obispado comenzó un litigio unilateral para expulsar al liceo del terreno que les pertenece gracias a que los vecinos se lo regalaron. La justicia nos dio orden de desalojo para el 2 de enero de 2013, sin tener como comunidad un lugar donde seguir entregando la educación a los 16 alumnos, muchos de ellos vulnerables”.
Tras más de tres horas de manifestarse en forma pacífica, un representante del Obispado, quien no quiso dar su nombre, aceptó dialogar con los representantes, luego de que el capitán de Carabineros, Maximiliano Núñez, lograra un consenso entre las partes.
A la salida de la reunión, Miguel Ruiz explicó que, tras reunirse con el encargado de educación del Obispado, Gabriel Luza, se abrió una posibilidad de que el Liceo Cristo Rey no se cierre. Esto, esperando que la Corporación Padre Alejandro Ortega Limitada haga un traspaso al Obispado del liceo, de tal manera que sea esta entidad la que administre el centro de educación.
Por su parte el obispado de Villarrica a través de su relacionadora pública, María Fernanda Sepúlveda, envió un comunicado donde señala que la situación actual en la que se encuentra el Liceo Cristo Rey no es responsabilidad de la diócesis, sino un problema entre el sostenedor y sus empleados. Lamentablemente, resultado de una mala administración, afirmó.
La diócesis, en este caso, es sólo propietaria del inmueble no sostenedor, y desde febrero de 2011 aseguran que se comunicó que no se renovaría esta relación, por incumplimiento de contrato de su sostenedor, Alfredo Riquelme, dejando este caso a la justicia, que dictaminó en todas las instancias un fallo en favor de la diócesis.
Con respecto a la continuidad del establecimiento, tampoco es un tema que dependa de la diócesis, sino que de la Seremi de Educación local.
Todos estos puntos se aclararon en reunión con los representantes del colegio, quienes fueron recibidos en el edificio episcopal.