El pionero japonés de videojuegos Nintendo, que pierde terreno en la actualidad frente a Sony y Microsoft, lanza al mercado el domingo su nueva consola Wii U, con la esperanza de relanzarse en un mercado sacudido en los últimos años por el desarrollo de juegos en los teléfonos inteligentes y las redes sociales.
Los estadounidenses serán los primeros que podrán adquirir la nueva consola, a partir del domingo. Los europeos deberán esperar hasta el 30 de noviembre y los japoneses, por su parte, hasta el 8 de diciembre.
Nintendo espera vender cinco millones de consolas Wii U en todo el mundo para fines de marzo, y renovar de esa manera el éxito que obtuvo con la consola Wii original, que revolucionó el mercado en 2006 al introducir controles con detección de movimiento en los mandos.
El grupo japonés obtuvo más de 86 millones de dólares de ganancias en cinco años gracias a la Wii, pero en la actualidad la consola ha sido superada técnicamente por el PlayStation 3 de Sony y la XBox 360 de Microsoft. Entre abril y setiembre, las ventas mundiales de la Wii decayeron un 60% en comparación con el año anterior.
Nintendo también reportó ventas decepcionantes de su consola portátil DS durante este semestre, que terminó en números rojos.
Un signo de la pérdida de vitalidad del inventor de la consola Game Boy, que contribuyó ampliamente a la democratización de los videojuegos durante la década de 1990, es el descenso del valor de las acciones. La acción de Nintendo vale hoy siete veces menos que en octubre de 2007, cuando se cotizaba a 71.900 yenes (833 dólares).
Se espera que la Wii U, cuya novedad reside en una palanca de mando con una pantalla táctil similar a una pequeña tableta informática, se beneficie de la reputación de la Wii original y registre sólidas ventas durante las fiestas de fin de año, estimaron los analistas.
Esta impresión parece ser confirmada por la cadena estadounidense de productos electrónicos Best Buy, que ya agotó las existencias iniciales de compras anticipadas a través de internet.
Sin embargo, los pronósticos son difíciles. “Nintendo ha tenido un gran éxito con la Wii (…), pero en el mercado más fragmentado de hoy en día, será muy difícil repetir (el éxito) en la misma magnitud”, advirtieron analistas de la entidad financiera Morgan Stanley.
“Las circunstancias han cambiado” desde 2006, subrayaron por su parte los expertos del Deutsche Bank.
Uno de los mayores competidores de Nintendo hoy es el teléfono móvil. Los jugadores ocasionales, a los que había seducido la Wii, reemplazaron las consolas, tanto de salón como portables, por sus teléfonos inteligentes o redes sociales como Facebook. El público de los videojuegos creció, pero a costa de las aplicaciones gratuitas.
“El modelo de actividad del sector, centrado en las consolas de videojuegos de las que Nintendo fue pionero y donde más tarde entraron Sony y Microsoft, continuará existiendo, sostenido por los jugadores fieles como los niños y los jugadores ‘hardcore’”, estimó el Deutsche Bank.
Pero “esto no será suficiente para que la Wii U repita las cuotas de mercado de la XBox 360 y la PlayStation 3″. La empresa también deberá “atraer una base de usuarios más amplia, como las familias” y que “no está claro en la actualidad que pueda alcanzar”.