Con la presencia de los exfutbolistas Emilio Butragueño y Mario Kempes, este martes se llevó a cabo en México la investidura de la segunda generación de integrantes del Salón de la Fama del Fútbol, que tiene sede en la ciudad de Pachuca, Hidalgo (centro).
“México es un país muy importante para mí. Aquí jugué mi primer Mundial y pasé tres de los mejores años de mi vida con el Celaya. Ahora he recibido esta distinción y les garantizo que le buscaré un lugar especial en mi casa”, dijo Butragueño al recibir el primer reconocimiento de la ceremonia.
Además de Butragueño, cuatro campeones del mundo presenciaron la entrega de premios: el uruguayo Obdulio Varela, el inglés Bobby Moore, el italiano Dino Zoff y el argentino Mario Kempes, quien jugara en 1995 en Arturo Fernández Vial, marcando 5 goles pese a su edad, también hizo acto de presencia en el evento.
“Es bueno ser reconocido en vida y no cuando ya uno está del otro lado”, dijo el “Matador” Kempes, quien en un emotivo discurso añadió que “era más fácil hacer goles que estar acá parado”.
Otros legendarios personajes investidos fueron el francés Just Fontaine, quien tiene el récord de más goles en una Copa del Mundo, 13 en Suecia 1958; los holandeses Marco van Basten y Rinus Michels, delantero y técnico ganadores de la Eurocopa 1988, el portero español Ricardo Zamora y el francés Jules Rimet, presidente de la FIFA que impulsó la realización de los Mundiales de fútbol.
En cuanto a jugadores mexicanos, fueron reconocidos mundialistas como Luis Hernández, Benjamín Galindo, Carlos Hermosillo, Luis Roberto Alves “Zague”, Manuel Negrete, Cristóbal Ortega, Jaime Gómez y Juan Carreño, anotador del primer gol de México en Mundiales, en 1930.
También entraron al Salón de la Fama el cronista Fernando Marcos, los entrenadores Javier de la Torre y José Antonio Roca, y el dirigente Guillermo Aguilar, ya fallecidos.
De los futbolistas extranjeros que han hecho historia en México, el ecuatoriano Alex Aguinaga fue parte de esta segunda generación de inducidos al Salón de la Fama.