Opiniones encontradas son las que mantiene el público sobre las habilidades paranormales de Sebastián Lía, el médium que protagoniza el programa homónimo de TVN, donde -supuestamente- se conecta a personalidades famosas con sus familiares fallecidos.
Esto porque mientras mucha gente se sorprende y cree en las habilidades del publicista argentino, otras critican sus ambigüedades, dudando de que realmente posea poderes sobrenaturales.
Es en esta línea que la Asociación Escéptica de Chile (AECH) publicó una crónica donde examina en detalle las intervenciones de Lía, e incluso propone 3 estrategias que serían las usadas por el trasandino para engañar a la audiencia.
“Los escépticos no nos sentimos convencidos e impresionados por las pruebas que Lía realiza pues es fácil ‘aparentar’ tener éxito en ‘ver’ el pasado de alguien sin necesidad siquiera de conocer a la persona a la cual el médium, psíquico o vidente entrevista, gracias al uso de variadas técnicas”, explica la agrupación.
Según la AECH, la primera de las técnicas usadas por el supuesto médium es la denominada lectura en frío. En ella, un intérprete hábil es capaz de aventurar predicciones basadas en la observación de una persona, sumadas a la lectura de los gestos corporales con que ésta responde -a veces involuntariamente- ante sus aseveraciones.
“Una característica clave de la lectura en frío es que las afirmaciones del lector parten siempre vagamente definidas [...] en la medida que la persona leída va consciente o inconscientemente ‘cooperando’ con el lector en frío para validar (o descartar) sus afirmaciones, estas van adquiriendo poco a poco una precisión aparentemente mágica”, describe la columna.
En contraposición a la anterior, la segunda técnica es la lectura en caliente. En esta, el médium aprovecha información que ha recolectado de forma anticipada sobre la persona, ya sea documentándose o incluso sosteniendo una conversación informal previo a las grabaciones.
“En la medida que la lectura avanza, el lector gana más y más información, por lo que al final él puede realizar afirmaciones con una precisión ‘espectacular’, pero que únicamente provienen de atar cabos y conectar toda la información que previamente recibió de la propia persona”, concluye el texto.
La última y tercera estrategia se trata de que, en caso de no acertar en una adivinación, el supuesto médium reafirma algo que la persona había dicho previamente, o conecta sus predicciones iniciales con la nueva información, aparentando que siempre estuvo en lo correcto, algo que sólo puede detectarse si se analiza en detalle el registro de la conversación.
El análisis de los casos
Precisamente considerando estos factores, la AECH analizó en detalle los 12 primeros minutos del capítulo 9 del programa “Médium”.
¿El resultado? De 7 “visiones” que Sebastián Lía afirmó haber tenido, 3 fueron incorrectas, mientras las otras 4 eran fácilmente predecibles a partir de afirmaciones iniciales vagas hechas a la persona que estaba entrevistando.
http://youtu.be/1PmPlk9FgcQ
“¿Qué tiene que ver una mujer llamada Mercedes con un auto grande como un Cadillac? Nada. Y la gracia es que esa Mercedes podría haber sido una amiga de infancia, una familiar, una profesora, una tía, lo que fuera. Cualquier Mercedes que Mónica Conrads hubiera mencionado hubiera sido un ‘acierto’”, afirma la AECH.
Y si bien la productora Efe3, a cargo del programa “Médium”, asegura que Lía no conoce de antemano a las personas con quien se entrevistará y que “llega directamente a las grabaciones”, los números no lo acompañan: sólo entre 30% y 40% de las sesiones realizadas pueden considerarse un éxito.
Más aún, un reportaje de La Tercera dio a conocer previo al estreno del programa, que la idea original ya había sido realizada en 2010 por el canal Vía X, bajo el nombre “Yo veo”.
Sin embargo, en aquella ocasión, Sebastián Lía sólo logró respuestas en 2 de los 28 capítulos realizados, donde se entrevistó con personas como el escritor Rafael Gumucio, la madre de Rodrigo Anfruns, Paola Papi, o el director de The Clinic, Patricio Fernández. En ninguno de estos casos pudo “comunicarse” con sus seres queridos.
“Fue mucho esfuerzo y no hubo resultados. Cuando me refiero a que no hubo resultados, es porque grabamos mucho, muchas horas de sesiones y los resultados no eran los necesarios para sacar un programa al aire. No podía esperar 6 años para grabar dos capítulos”, confidenció Paulo Venegas, gerente de programación de TVI, grupo dueño de Vía X.
En tanto, Lía se defendió indicando que en ese entonces, las condiciones no eran las óptimas para “conectarse”.
“No funcioné muy bien en la sesiones, no funcionó muy bien el acuerdo con Vía X. Se fue estirando todo y estuvo malo, porque hicimos como 7 sesiones seguidas y no funcionaron… estaba en una época mía mala”, aseguró.
El premio nunca reclamado
En tanto en la AECH están tan seguros del fraude del programa “Médium”, que desafiaron a Lía a ir tras el millón de dólares o el millón de euros que ofrecen los premios JREF y Sísifo.
Ambos son ofrecidos por organizaciones escépticas, el primero por la James Randi Educational Foundation de Estados Unidos y el segundo por el Consejo Europeo de Organizaciones Escépticas, las cuales pagaran dichos montos a quienes -en una prueba controlada- logren demostrar que poseen verdaderas habilidades para comunicarse con los muertos.
Hasta la fecha, nadie los ha reclamado.