Catorce cadáveres fueron encontrados en dos puntos de México este domingo, siete de ellos descuartizados y el resto carbonizados, informaron autoridades.

En un primer hecho, siete cadáveres descuartizados fueron hallados en dos automóviles abandonados en un centro comercial ubicado sobre la principal avenida de la ciudad de Nuevo Laredo, del estado de Tamaulipas (noreste), frontera con Estados Unidos, informó la fiscalía de esa demarcación en un comunicado sin más detalles.

Una fuente de esa fiscalía que pidió el anonimato precisó a la AFP que los cadáveres son siete y que seis pertenecen a hombres de entre 30 y 35 años y el restante a un individuo de alrededor de 50 años.

En misma ciudad, el 14 de septiembre fueron encontrados los cadáveres de 16 personas.

Ambos episodios se registran después de que el 12 de septiembre fue capturado el capo del cártel del Golfo Eduardo Costilla, alias “El Coss”, en un operativo realizado por militares en el puerto de Tampico, también parte del estado de Tamaulipas.

El segundo hallazgo se registró en una carretera del estado de Michoacán (oeste), en el municipio de Yurécuardo, ubicado en los límites con el estado de Jalisco (oeste), donde también una llamada anónima movilizó a la policía que encontró en un auto quemado siete cadáveres carbonizados, dijo a la AFP bajo anonimato una fuente de la fiscalía de ese estado.

“Cuatro de esos cadáveres tenían la cabeza desprendida”, dijo la fuente que prefirió no dar su nombre por seguridad y añadió que al lugar acudieron también elementos del Ejército y la policía federal.

El crimen se produjo mientras el presidente de México, Felipe Calderón, y los secretarios de la Defensa, Guillermo Galván, y el de la Marina Armada, Francisco Saynez, conmemoraban en una ceremonia en MOrelia, la capital de Michoacán, el natalicio José María Morelos y Pavón, uno de los héroes de la Revolución Mexicana (1910).

Tamaulipas y Michoacán son dos de los estados más violentos de México producto de las confrontaciones entre narcotraficantes y de los operativos para detenerlos, con un saldo de alrededor de 60.000 muertos en los últimos cinco años y medio, desde que inició un operativo antidrogas con alta participación militar.