Tres montañistas dos franceses y un canadiense, seguían desaparecidos el lunes en Nepal, al día siguiente de una avalancha de nieve en la cima de Manaslu (8.156 metros) que provocó la muerte de al menos nueve personas, entre ellas un español.
Los tres desaparecidos formaban parte de un grupo de entre 25 y 30 montañistas que dormían en un campamento base cerca de la cima de este monte considerado uno de los más peligrosos del mundo, cuando un muro de nieve y hielo los sepultó el domingo.
“Hemos cesado las operaciones de búsqueda por helicóptero. Dos franceses y un canadiense siguen desaparecidos. Hay sherpas que los buscan en la montaña”, así lo indicó el jefe de la policía local, Basanta Bahadur Kunwar.
Anteriormente, el comité nepalés de turismo había indicado que siete personas habían desaparecido, pero la policía precisó que cuatro de ellas figuraban entre las 13 encontradas sanas y salvas el domingo.
Según Kunwar, cinco montañistas fueron rescatados por un helicóptero desde el campamento base y estaban siendo atendidos en Katmandú.
“Los otros ocho montañista que están en el campamento base están ilesos. Dijeron que o bien bajarían a pie o bien tratarían una vez más de llegar a la cima”, precisando que no deseaban ser socorridos.
De los nueve muertos, ocho fueron identificadas, así lo indicó un portavoz del Comité nepalés de turismo, Sarad Pradhan. Se trata de cuatro franceses, un guía de montaña nepalés, un español, un alemán y un italiano.
En Francia, el vicepresidente del sindicato de guías de montaña, Christian Trommsdorff, señaló que las búsquedas podían ser suspendidas definitivamente “pues se considera que no hay esperanzas de ubicar a los desaparecidos”.
Según uno de los sobrevivientes italiano, un bloque de hielo se desprendió del flanco de la montaña a unos 7.400 metros y al caer habría provocado la avalancha que aplastó el campamento base Nº 3.
En ese momento, todos los montañistas y los guías sherpas dormían en las carpas y fueron golpeados de lleno por la enorme masa de nieve y hielo, declaró el montañista italiano a la prensa local.
“Estábamos durmiendo en las carpas cuando de repente escuchamos gritos”, relató un sobreviviente alemán, Andreas Reiter.
En Chamonix, en los Alpes franceses (centro-este), la comunidad de montañistas, afectada una vez más, esperaba con angustia la identificación de las víctimas y sin grandes esperanzas de que hubiese otros sobrevivientes.
“A esa altura, los socorros son muy complicados y se necesitaría un milagro” “para encontrar a los otros tres alpinistas franceses que siguen desaparecidos”, declaró el domingo a la AFP Eric Favret, presidente de la compañía de guías de Chamonix.
“La emoción siempre es tan intensa. Uno nunca se acostumbra, sobre todo al observar la velocidad con que los hechos se van encadenando”, agregó, en alusión a la avalancha del Monte Maldito en el macizo del Monte Blanco, que provocó la muerte de nueves montañistas alpinistas extranjeros, el 12 de julio pasado.
Nepal cuenta ocho de las 14 más altas cimas del mundo (más de 8.000 metros), entre los cuales se encuentra el más elevado de todos, el Everest.
El peor accidente que conoció ese país remonta al año 1995, cuando una gigantesca avalancha cayó sobre el campamento de un grupo de japoneses en la región del macizo del Everest, provocando 42 muertos.