El seremi de Justicia, Marcos Velásquez, señaló que el retraso en el traslado desde Santiago a Maullín del soldado detenido por el caso del ermitaño de la isla Doña Sebastiana no se debió a una descoordinación al interior de Gendarmería, sino a que la orden emanada desde el Tribunal de Garantía no indicaba la hora de inicio de la audiencia de formalización.

Recordemos que la formalización del segundo detenido por la muerte de Manuel Uribe Cárdenas estaba fijada para las 10 horas del pasado viernes en el Tribunal de Garantía de Maullín. Sin embargo, la audiencia tuvo que ser aplazada siete horas debido a que el vehículo de Gendarmería -que trasladaba al joven soldado desde Santiago- venía recién a dicha hora en la provincia de Bío Bío.

Cuando la fiscal jefe de Maullín anunció la reprogramación de la audiencia, indicó que Gendarmería le informó que el mismo vehículo tenía que pasar a dejar a otros imputados a otras ciudades por el trayecto, por lo que la hora estimada de arribo a la zona sería pasadas las 16 horas, algo que fue corroborado -en primer término- por el seremi de Justicia, Marcos Velásquez, quien señaló que los traslados grupales de imputados son habituales, dado los recursos con los que cuenta la institución.

Sin embargo, el seremi indicó que la orden que Gendarmería recibió desde el Tribunal de Garantía de Maullín no precisaba la hora del inicio de la audiencia de formalización, por lo que el traslado se coordinó conforme a lo normado y en menos de 24 horas, descartando una descoordinación al interior de la institución.

Esta reprogramación de la audiencia de formalización del joven soldado provocó que no toda la familia del fallecido Manuel Uribe Cárdenas pudiera participar en sus funerales -realizados la tarde del viernes en Ancud- algo de lo cual Gendarmería no habría sido responsable, según lo señalado por la máxima autoridad del Ministerio de Justicia en la región de Los Lagos.