El presidente francés, François Hollande, anunció el viernes en París que la central nuclear de Fessenheim (este), la más antigua de Francia, será cerrada a fines de 2016, pero se preservarán “todos los empleos”.

“La central de Fessenheim, que es la más antigua de nuestro parque, se cerrará a finales del año 2016 en condiciones que garantizarán la seguridad en el suministro de esta región”, declaró Hollande en la inauguración de la conferencia medioambiental en París.

También se garantizará “la reconversión del lugar y la preservación de todos los empleos”, agregó el presidente francés.

Haciendo alusión a la transición energética y a “la diversificación de fuentes de producción y suministro” de energía, el presidente de la República recordó su objetivo de reducir la presencia nuclear en la electricidad producida del 75% actual hasta el 50% de aquí a 2025, lo que era una de sus promesas de campaña.

En el marco de la renovación del parque nuclear, confirmó el cierre de la central de Fessenheim durante su mandato, pero este viernes precisó una fecha y subrayó que su desmantelamiento debería ser un “ejemplo” del saber hacer francés en esta materia.

De Fessenheim “debemos hacer un ejemplo de desmantelamiento exitoso, de manera que las centrales que cerrarán en numerosos países del mundo y que buscarán tecnologías controladas puedan ser una oportunidad para la industria nuclear francesa”, dijo.

El 7 de septiembre, la ministra de Ecología y de Energía, Delphine Batho, reafirmó la voluntad del gobierno de cerrar esta central muy criticada por los ecologistas y subrayó que el calendario preciso se discutiría durante un debate sobre la transición energética a partir de este otoño.