La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, confirmó la noche del martes el asesinato de un funcionario del Departamento de Estado durante el ataque que sufrió el consulado de Estados Unidos en la ciudad libia de Bengasi.

“Tenemos el corazón roto por esta terrible pérdida”, dijo la jefa de la diplomacia a través de un comunicado, y añadió que Washington está trabajando con los gobiernos de otros países para proteger sus misiones diplomáticas, luego de los disturbios de este martes en Bengasi y El Cairo.

Un grupo de manifestantes armados atacó la noche del martes el consulado de Estados Unidos en Bengasi, y le prendió fuego al edificio, en protesta por una película que según ellos ofende al islam.

Poco después, un testigo indicó a la AFP que los manifestantes incendiaron el consulado.

El viceministro libio del Interior, Wanis al Sharif, ya había informado que durante el ataque, “un funcionario de Estados Unidos fue asesinado y otro resultó herido en la mano. El resto del personal fue evacuado y está a salvo”.

Mientras tanto, en El Cairo, unos 3.000 egipcios, en su mayoría salafistas, se manifestaron el martes ante la embajada estadounidense para denunciar la película, según ellos “antiislámica”, y algunos arrancaron la bandera para reemplazarla por una islámica.

Clinton no mencionó el nombre del funcionario muerto en Bengasi durante los ataques con cohetes al consulado estadounidense.

“Estado Unidos deplora cualquier esfuerzo para denigrar las creencias religiosas de otros. Nuestro compromiso con la tolerancia religiosa se remonta a los inicios de nuestra nación”, dijo la jefa de la diplomacia estadounidense.