En el marco de la exposición de fotografías “Ciudadanos Paralelos”, que se exhibe en el GAM hasta el 29 de julio, conversamos con Luis Sergio, su autor.
Luis Sergio es peruano, amable, se da el tiempo para conversar y para responder las preguntas, y llama la atención por su decisión y convicción en su trabajo de fotógrafo, reportero gráfico, artista, comunicador. No es casualidad que haya ganado el 2003 el Premio Nacional de Fotografía de Prensa, categoría Reportaje por su trabajo en Quellón y Chiloé sobre la marea roja, donde llegó a “dedo” y con rollos donados por la Kodak.
Vivió en Buenos Aires y trabajó en La Nación de Argentina. Cuando llegó Chile se encontró con un país mestizo, se sintió “como en casa”. Visitó los diarios y vio cómo trabajaban. Finalmente se puso a trabajar para La Tercera, donde trabajo hasta hace un año.
Pero sintiéndose más “en casa”, de todas formas “empecé como cualquier inmigrante. Mirando, y mirando las tribus (urbanas), y empecé a acercarme a ellos (góticos), en un momento en que había mucho conflicto con ellos (por unos incidentes que fueron muy difundidos por los medios), hasta ir ganando su confianza.”
“Ellos tienen de raíz una estética distinta, muy influenciada algunos por lo japonés, por el animé, donde se tienen que “producir” para salir.”
“De ellos, de estas tribus, aprendí su valentía, porque se visten y viven de manera diferente aunque la sociedad los vean como raros. Y la solidaridad de pares, se ayudan, se regalan cosas, sus dibujos. Comparten y se apoyan.”
Más que concientizar o crear conciencia, “quiero generar discusión, “crear temas” que permitan tomar y generar conciencia”.
Luis Sergio está con varios proyectos. En un mes más se presentaría “Chile Pasaporte”, editado por Pérez-López, Arcos y LOM, un libro colectivo de fotografía en el que participan Claudio Pérez, Héctor López, entre otros. Por otro lado, también está trabajando, hace bastante tiempo y en un trabajo que ha retomado en los últimos meses, en torno a los mapuches.
Qué lo motivó: “lo prohibido, lo estigmatizado que estaban. Ellos son “para adentro”, no hablan mucho, me llamó la atención sus vestimentas, sus maquillajes que los hacen ver como muertos pero vivos a la vez. Y por ser marginados y golpeados por los neo-nazis. Ellos buscan su propia voz. Quizás por eso me sentí identificado con ellos.”
Luis Sergio es decidido y perseverante, y busca en esos grupos marginales y marginados, estigmatizados, sus identidades, y su humanidad para poder (re)mirarlos, aceptarlos y valorarlos.
Comentario aparte: la exposición, tanto su ubicación, el montaje, los tamaños de las fotografías no hacen justicia con la calidad de la muestra, tanto con su contenido como con la calidad de las imágenes. Lo que no sorprende, dada el “histórico” lugar secundario que ha ocupado la fotografía en Chile.
GAM, Alameda 227, metro UC.
566 55 00