La Sociedad de Endocrinología de Estados Unidos publicó un nuevo estudio que se relaciona con el efecto de la publicidad en nuestros hábitos alimentecios. Según la publicación, cada vez que vemos imágenes de comidas grasientas o que engordan, como las hamburguesas, inmediatamente nos sentimos hambrientos y queremos comprarlas.
Los especialistas concluyeron que al observar comidas con alto contenido calórico, se activa inmediatamente el centro del control del apetito, lo que nos motiva a ingerir estos alimentos.
El estudio incluye además un scanner del cerebro de 13 mujeres obesas jóvenes de origen latino. Además explica que se les eligió a éstas para participar porque tienen mayor riesgo de engordar.
Para el estudio, cada mujer bebió 50 gramos de glucosa, como también, 50 gramos de fructosa, entre cada ejercicio se tomaron imágenes del cerebro para evaluar el efecto de la azúcar en el apetito. según consignó el sitio “Huffpost Healthy Living”.
Los resultados descubrieron que después de observar las imágenes de alimentos con altas calorías, algunas regiones del cerebro de los participantes se conectaban con los estimuladores del apetito. Por el contrario, las regiones no se activan cuando se ven fotos no relacionadas con la comida.
Además otro estudio presentado en la conferencia “Sleepy 2012″ y elaborado por el Hospital de Roosevelt y la Universidad de Columbia, comprobó que la falta de sueño también nos motiva a ingerir comida chatarra, puesto que así permite al cerebro compensar algunos centros de funcionamiento.
Por otro lado, los resultados arrojaron que las personas al ingerir alimentos poco saludables después de haber permanecido despiertos por un largo periodo, se sienten gratificados y terminan comiendo más de lo esperado.