Un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), en colaboración con investigadores del programa Ingenio-Consolider (FunCFood), ha verificado las funciones ventajosas del vino tinto; refuerzos positivos para, por ejemplo, alteraciones intestinales, inflamatorias, obesidad y cáncer.
Según fuentes del periódico español ABC, el consumo mesurado de vino tinto logra impedir que las bacterias perjudiciales para la microbiota del cuerpo humano hagan su efecto. La mezcla natural de la que se compone resulta altamente positiva y perpetra un equilibrio en la flora intestinal.
Expertos, tras realizar un “experimento” a 10 hombres clasificados en 3 grupos diferentes durante 20 días, llegaron a conclusiones satisfactorias conforme al producto. Tras ingerir vino tinto (con y sin alcohol) y ginebra, se llegó a determinar que era el primero el “llegó a reducir los niveles de triglicéridos, de colesterol ‘malo’, los marcadores de inflamación y la presión arterial”, como aboga el jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, Francisco J. Tinahones.
Por otra parte, la función de la microbiota es la regulación del proceso digestivo. De esta manera, las sustancias que no deben ser digeridas por el cuerpo humano son destruidas para lograr un sistema exento de enfermedades.
Cabe añadir que consumir alimentos con alto grado de fibra es eficaz para el bienestar y regulación de nuestro cuerpo; mientras que, el consumir gran cantidad de grasas puede desembocar en efectos nocivos como la diabetes.