El papa Benedicto XVI lanzó este jueves un llamado al cese de la violencia en Siria y señaló el riesgo de un “conflicto generalizado” que podría tener “consecuencias fuertemente negativas para el país y toda la región”.
El Papa manifestó “su cercanía con los grandes sufrimientos de los hermanos y hermanas de Siria, en particular de los pequeños inocentes y de los más débiles”.
“Que nuestra plegaria, nuestro compromiso y nuestra fraternidad (…) ayuden a los sirios a no perder la luz de la esperanza en estos momentos de oscuridad”, agregó el sumo pontífice, formulando el deseo de que “Dios otorgue la sabiduría del corazón a quienes tienen responsabilidades para que cesen todos los derramamientos de sangre y la violencia, que tan sólo traen dolor y muerte”.
En Siria, donde el cristianismo existe desde hace 2.000 años, 7,5% de unos 20 millones de habitantes son cristianos.